Redacción Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- Adrián Héctor Ortiz Gámez, tesorero municipal de Saltillo, Coahuila, rechazó que sea socio de alguna empresa extranjera, en particular de las que podrían estar ligadas a la red de lavado de dinero que encabeza en Texas el exsecretario de Finanzas de la entidad, Javier Villarreal Hernández.
El funcionario afirmó que sólo funge como representante para efectos fiscales y corporativos de algunas empresas y las que representa en Texas “no tienen nada que ver con actividades relacionadas con la función pública y corresponden estrictamente a actividades empresariales privadas”, afirmó en respuesta a las declaraciones del dirigente estatal del PRI, David Aguillón Rosales.
Ortiz Gámez afirmó que el priista sólo trata de desviar la atención ya que “fue pieza clave en el mega fraude cometido contra el estado de Coahuila”.
Aguillón, dijo, era el secretario de Gobierno en el sexenio de Humberto Moreira y el actual gobernador Rubén Moreira, fungía primero como presidente del partido en el estado y después como diputado federal, por lo que “están enterados a detalle de los pormenores del fraude cometido en Coahuila”, acusó.
Mediante un correo electrónico enviado a Apro, Ortiz Gámez insistió en que no es socio de ninguna empresa en Estados Unidos y que las compañías que representa para efectos corporativos y fiscales en ese país “no tienen nada que ver” con las empresas “propiedad de Javier Villarreal Hernández y socios o cómplices, como se quiera ver”, que están siendo investigadas por el gobierno de Estados Unidos.
El tesorero municipal sostuvo que en su calidad de profesionista independiente, representa empresas que realizan actividades lícitas y que no tienen ninguna relación con dependencias de gobierno.
“Esta es la primera vez que incursiono en el sector público y lo hice por el solo hecho de servir a mi comunidad y no milito en ningún partido político”, subrayó.
Según Ortiz Gámez hasta el 31 de diciembre pasado se dedicaba de lleno a su profesión como contador público, a través de la firma de contadores que fundó con su esposa en 1984: Ortiz, Leos y Cia., SC que actualmente es dirigida por dos de sus hijos.
Como parte de las actividades de la firma, explicó, el despacho atiende a empresarios mexicanos que realizan negocios en Estados Unidos.
Para ello, desde 1990 se asociaron como corresponsales con el despacho The Flores Law Firm, de Rubén Flores Jr. y en su calidad de director de la firma Ortiz, Leos y Cia. le correspondía representar los intereses de sus clientes, supervisando las labores de contabilidad, obligaciones corporativas y fiscales, entre otras relacionadas con el manejo de los negocios que lleva a cabo la firma de Flores.
Para cumplir esa función sus clientes requieren de alguien que los represente ante las autoridades de los Estados Unidos y esa fue la función que –sostuvo– realizó en su calidad de socio y director de la firma que hasta el 31 de diciembre representó.
“El realizar esta acción de ninguna manera me convierte en socio de las empresas que represento, por lo que puedo asegurar que no soy socio de ninguna empresa extranjera, sólo funjo como representante para efectos fiscales y corporativos de algunas de ellas”, reiteró.