Esto aplica para esos que andan por ahí también «recabando firmas para revertir» lo que no quisieron revertir cuando debieron.
Carlos Fernández-Vega
La Jornada
Como dice el clásico, después de aprobada la privatización, armado el andamiaje del gran negocio particular y promulgada la reforma” energética, ahora sí la siempre adelantada y rauda dirigencia perredista (con los Chuchos S. A. a la cabeza, expertos simuladores) convoca a tapar el pozo, es decir, a “revertir” el nuevo atraco a la nación.
De siempre supo cuál era la intención, dirección y alcance de las modificaciones constitucionales en materia energética planteadas por Peña Nieto y sus guajiros blanquiazules. Lo conoció desde que el susodicho fungía como candidato tricolor al hueso mayor y, por si las dudas, lo confirmó cuando éste ya despachaba en Los Pinos.
A pesar de ello, el 2 de diciembre de 2012 firmó el llamado Pacto Por México, y en esa ocasión la cabeza visible de los Chuchos, Jesús Zambrano, aseguró que su empresa… perdón su partido político, “asume este riesgo de manera responsable, porque no apostamos al desastre en el país; nos dicen que estamos entregando nuestro capital político y que nos estamos desdibujando como izquierda, que estamos perdiendo el perfil de fuerza de izquierda; es un riesgo participar en este proyecto, pero vale la pena asumirlo”.
Y a lo largo del proceso privatizador de la energía nacional (que consumió un año: del 12 de agosto de 2013, fecha de la presentación oficial de la propuesta peñanietista, al 11 del mismo mes, pero de 2014, cuando el inquilino de Los Pinos promulgó las leyes secundarias) el susodicho, junto con el resto de la cúpula, simuló enojos, amenazasy arrebatos, pero no movió un pelo para evitar el atraco.
Pero después de ahogado el niño urge tapar el pozo y limpiar la imagen, porque ya vienen las elecciones intermedias de 2015 y la empresa corre el riesgo de perder prebendas, curules y, sobre todo, presupuesto público. De allí la necesidad de un “nuevo plan de acción” de 10 puntos, que incluye: “convocar al pueblo a manifestarse el próximo 16 de septiembre, a partir de las 12 horas, en escuelas, plazas, calles, cuarteles de policías, zonas militares, instalaciones petroleras y de electricidad, oficinas de gobierno en contra de la reforma; llamar a las fuerzas progresistas a sumarse al esfuerzo; anunciar que ante la posibilidad de despidos pondrán a disposición de los trabajadores un equipo jurídico para su defensa, entre otros” (La Jornada, Víctor Ballinas).
Transcurrieron casi 30 meses desde el arranque de la campaña presidencial de 2012; 20 desde la firma del Pacto por México, y 12 desde que Enrique Peña Nieto presentó en sociedad su “reforma” energética, y nada en concreto hizo la empresa de marras para evitar el atraco. Pero apenas 24 horas después de promulgadas las leyes secundarias ya tiene un “nuevo plan de acción” para “revertir” los cambios constitucionales. Esa es capacidad de reacción, y no bromas.
Convocados, pues, para de aquí a un mes. Pero en ese periodo la aplanadora oficial ya habrá avanzado, también, en otros renglones del nuevo negocio a costillas de la nación, de acuerdo con el calendario divulgado el pasado lunes por el inquilino de Los Pinos.
Así, mientras la empresa disfrazada de partido político que no apostó “al desastre en el país” (Zambrano dixit) crea nuevas consignas, compra pintura, pinta mantas, arma templetes, aglutina a “las fuerzas de izquierda, nacionalistas y progresistas”, y mueve camiones para transportarlas, de aquí al 16 de septiembre la otra empresa, el Gobierno S. A., entre otras tantas cosas, ya habrá concluido la ronda cero, iniciado los trabajos de la ronda uno, la primera ronda de licitaciones de los nuevos contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos, y determinado las primeras áreas de asociación con terceros.
De igual forma, tendrá listos, si no es que publicados, los decretos para la creación del Centro Nacional de Control de Energía, del Centro Nacional de Control del Gas Natural y del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo. De igual forma habrá decidido las candidaturas de comisionados para integrar la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía y las correspondientes a consejeros independientes de Pemex y la CFE.
Eso y mucho más hará el Gobierno SA entre el 13 de agosto y el 16 de septiembre, mientras la empresa política especialista en simulaciones asegura que de aquí a 30 días logrará lo que no hizo en 30 meses. Entonces, es de suponer que para los Chuchos SA ha sido más que redituable “asumir el riesgo de manera responsable” que le significó la firma del Pacto por México (porque “no apostamos al desastre en el país”), pero de cualquier suerte le urge limpiarse la cara (algo por demás imposible), pues ya está aquí el proceso electoral intermedio y hay que cuidar la tienda. Si no lo hace, entonces ¿qué venderá y a quién?
Sirva de contexto, y de cereza, la inmediata “reacción” de la empresa Chuchos SA cuando el inquilino de Los Pinos presentó en sociedad su propuesta de “reforma” energética, el 12 de agosto de 2013:
“Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, dijo que ‘no hay ninguna razón para modificar la Constitución si lo que pretenden es fortalecer la rectoría del Estado en el manejo de los recursos energéticos. No hay congruencia en el discurso ni en sus argumentaciones’. La vicepresidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Aleida Alavez Ruiz, afirmó que el PRD ‘llegará hasta donde sea necesario’ para evitar la privatización de los recursos energéticos del país como se pretende con la propuesta peñista. Por otra parte, diputados federales y locales del PRD y de líderes de organizaciones sociales afines, dirigentes del partido en el Distrito Federal presentaron la estrategia política que llevarán a cabo ante la iniciativa del presidente Peña, que va de las movilizaciones en las calles de esta ciudad, y la consulta ciudadana en cuanto a ese tema, hasta la realización de foros y asambleas en las 16 delegaciones políticas para evidenciar ante la población la propuesta del PRI, que pretende privatizar el sector energético” (La Jornada, Matilde Pérez, Víctor Ballinas, Elizabeth Velasco y Raúl Llanos). Y, obvio es, nada sucedió.
Las rebanadas del pastel
Para su agenda. A partir de 2015 se modifica fecha y motivo de conmemoración: se cancela el 18 de marzo (expropiación petrolera) y, por razones de “modernización”, se habilita el 11 de agosto (apropiación petrolera). Anótelo.