Fernando Inés Carmona
La Jornada
Orizaba, Ver.- La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) prepara una embestida fiscal que incluso puede llegar hasta el embargo de bienes inmuebles y de cuentas bancarias; las modificaciones que ya se dieron a la reciente reforma fiscal así lo advierten; en tanto, se asegura que al final, las iglesias -de todas las religiones- no pagarán impuestos como mediáticamente se pretende difundir.
El analista financiero Enrique Trueba advierte de los efectos, sobre todo económicos, que en 2015 producirá la reforma fiscal, “la reforma llegó para quedarse. Que no nos quede duda y si no valoramos todos estos cambios vamos a tener problema serios y bastante serios”.
Uno de los problemas que se pueden tener, explica, se desprende de la prórroga que el Servicio de Atención Tributaria (SAT) dio a los contribuyentes para la entrega de la balanza de comprobación, “teníamos un plazo hasta septiembre para subir la contabilidad, pero ahora es hasta enero y todo lo que es el segundo semestre del año”.
Esta prórroga, dijo, “es muy importante contemplarla, porque no se está eliminando la obligación sólo se está aplazando y todo esto generará problemas sobre todo a los pequeños contribuyentes”, advierte.
Muchos de los pequeños contribuyentes “no tienen la capacidad económica y tecnológica para realizar todo este movimiento fiscal y ello va a llevar a que se sometan a sanciones económicas muy elevadas que pueden llegar hasta los 12 mil pesos”, anticipa.
“Viene un sistema de fiscalización muy agresivo al que los mexicanos no estamos preparados. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público ya conoce los ingresos de todos sus contribuyentes, todos los ingresos fiscales están en la base de datos y ellos -el gobierno federal- ya lo tienen, ya tiene las operaciones de egresos así como de los sistemas de compra a terceros. Estamos bien fiscalizados”, plantea.
El sistema que aplica el SAT es muy audaz, “al subirles la información a su base de datos, el SAT tiene conocimiento de todo lo que hacemos, los ingresos, egresos y las diferencias que se vayan generando”.
-¿Estamos en los albores de una cacería fiscal?
“Yo creo que sí y es para todos los tamaños, la gente comenta: que se preocupen los grandes, pero la verdad que no es así, porque ahora todo el sistema es electrónico y ya no se necesita del ejército de auditores, con apretar un botón a la computadora se va proceder”.
“La llegada masiva de notificaciones fiscales van a llegar masivamente a los correos electrónicos y si no se hace caso a esos avisos en un plazo de 45 días, (entonces) ya perdiste. Vienen los embargos bancarios, de bienes y no va a importar del tamaño que tengas como contribuyente”.
Incluso dijo que ahora, el SAT prepara otro distractor para preparar el embate fiscal que vienen, “nos dicen que a las iglesias les van a cobrar impuestos. Eso es falso, lo que nos quieren hacer el distraernos para que afinen la embestida fiscal, al final de todo, los diputados federales van a rechazar la aplicación de impuestos a las iglesias, les van a decir: no se preocupen, quedan igual que estaban, sin pago de impuestos”.
Mientras que los impactos “trascendentes como este, no se van a comentar porque estamos ocupados con el tema de las iglesias”, señala.
