REFORMA / Redacción
Cd. de México (24 agosto 2014).- Durante años, dos bibliotecas públicas, de las cuales es responsable la Delegación Tlalpan, se robaron la energía eléctrica.
La Biblioteca Pública Valentín Gómez Farías, ubicada en la Calle Yaquis esquina Mixtecos, en la Colonia Pedregal de las Águilas, se «colgó» de la luz al menos desde su reinauguración en 2009.
Tuvieron que pasar cinco años para que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se percatara del uso ilegal de la energía y cortara el suministro.
Tras descubrir el robo, la dependencia realizó un ajuste de facturación, es decir, una multa por los años que no pagaron el servicio, la cual corresponde a la cantidad de 183 mil 689 pesos, que será pagada con dinero de los ciudadanos.
La multa con folio 1018/2014, cuya copia tiene REFORMA, señala que la penalización es por «uso ilícito» de la energía eléctrica con que funcionaban las 15 computadores del aula digital, espacio definido para que los vecinos utilicen gratuitamente Internet.
El documento, expedido el 11 de abril de 2014, señala que la multa debió pagarse en ese mismo mes, sin embargo, la deuda sigue pendiente.
«Deberá ser cubierta en su totalidad y en una sola exhibición dentro del término de 10 días, contados a partir de la recepción del presente documento», señala el ajuste de CFE.
No obstante, la biblioteca ya cuenta de nuevo con electricidad debido a que ahí se presta un servicio público y la suspensión afectaría a los vecinos.
En la misma situación se encuentra la Biblioteca San Pedro Mártir, ubicada en la Carretera federal México-Cuernavaca, pues desde noviembre de 2013, personal de CFE suspendió el servicio.
El corte del suministro coincidió con la inversión que hizo la Delegación de 342 mil 81 pesos para mantenimiento del lugar.
Sin embargo en julio pasado, después de 8 meses sin luz, se instaló un nuevo medidor de electricidad con el cual la CFE realizará un ajuste de facturación.
Para Silvia de los Reyes, encargada de la biblioteca desde hace 15 años, estar tanto tiempo sin luz significó perder alrededor del 70 por ciento de usuarios.
«Llegué en la inauguración y desde entonces, creí que había medidor, pero vi que no había.
Después me dijeron que estábamos colgados. Entonces vinieron los de la CFE y nos descolgaron», relata De los Reyes.
A pesar de que la Biblioteca San Pedro Mártir fue inaugurada en 1999, la CFE sólo podrá realizar el ajuste de facturación a partir de 2009 ya que es el año en que la Comisión comenzó a suministrar el servicio en el DF.
