«Gobiernos» priistas en Jalisco y federal, así como empresarios, arman frente a favor de la mortal presa «El Zapotillo»

Elizabeth Rivera Avelar
La Jornada

27 de agosto de 2014.- Las estrategias que se aplican para la construcción de las presas que se edifican en el mundo tienen varios factores en común: la violación de los derechos humanos, la simulación de los gobiernos para hacer como que escuchan a los afectados y la imposición de los intereses de las grandes corporaciones privadas, aseguraron hoy miércoles afectados por la edificación de presas en Brasil, Colombia y México.

Habitantes de Colombia y Brasil narraron las irregularidades y las afectaciones que dejaron en sus comunidades las represas que se edificaron en esos países y luego de recorrer los pueblos de Acasico y Temacapulín, aseguraron que El Zapotillo es una copia de las anomalías que ellos ya vivieron.

Claudia Patricia Ortiz Gerena, integrante del Movimiento de Ríos Vivos de Colombia, narró como el proyecto hidroeléctrico que se edificó sobre el río Sogamoso, aguas arriba de la desembocadura del río Magdalena, devastó física, social y económicamente a su municipio Betulia, del departamento de Santander, en donde sus pobladores han vivido 50 años de guerras y lamentó que la presa Hidrosogamoso logró lo que no pudieron ni la guerrilla ni los paramilitares, que fue sacarlos de su tierra.

«La represa afectó la principal cuenca de este departamento y afectó a uno de los nueve municipios que compone esta represa. Yo soy de un municipio que se llama Betulia, somos 6 mil habitantes, el 45% del territorio se inundó por la presa de 7 mil hectáreas. La zona de obra quedó también en nuestro territorio, lo cual ha generado grandes impactos y daños irreversibles tanto a nivel social económico y cultural como el ambiental que también estamos denunciando”, narró Patricia Ortiz.

Robson Sebastián Formica, miembro del Movimiento Antipresas de Brasil, señaló que en las represas que se construyeron en su país y en las represas que están en construcción como Belo Monte (Amazonas) y el de Bajo Iguazú (ubicada a 125 kilómetros aguas arriba de las Cataratas), se aplicó un modelo de acción preestablecido que violentó 20 derechos humanos, como el de la información, el derecho a la autodeterminación, el derecho a la participación, a la salud y el derecho de mejorar las condiciones de vida.

«Está ocurriendo un proceso intencionalizado de construir o de conformar un proceso de negociación -entre comillas- para que la gente se vaya cansando, pero no es un proceso de negociación efectivo, que garantice sus derechos que apunte solución, que apunte caminos y que les dé un mínimo de seguridad de qué va a ocurrir con sus vidas, es muy grave”, señaló.

El activista brasileño dijo que el papel y el rol del Estado y las instituciones que tratan el medio ambiente y el del agua está cambiando, flexibilizando y liberalizando, para permitir la explotación que se intenta hacer por parte de las grandes corporaciones.

«El papel del estado, el rol del estado se ha caracterizado por una subordinación y una instrumentación de ellos a las grandes empresas y los capitales. Los espacios de decisiones en una coalición de las grandes empresas con la subordinación del estado, no sólo en México en Brasil y otras partes, mercantilización de los bienes comunes y pasan a ser mercancías”, dijo el activista brasileño.

La construcción de represas, agregó, no está al servicio de atender o de satisfacer las necesidades de la gente, la construcción de represas está para satisfacer las necesidades de acumulación, de reproducción del capital, a través de la instrumentalización del estado y de los espacios públicos.

Sobre el frente empresarial que se conformó para defender la construcción de la presa El Zapotillo a 105 metros de altura, los opositores a esa obra comentaron que una vez más constatan que la presa sólo busca favorecer al sector privado.

Integrantes del Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Rios (Mapder), entre ellos Irene Bonilla Elvira, dijo que una vez más se constata como el proyecto de la presa El Zapotillo favorecería al sector privado:

«¿por qué las autoridades no se reúnen con las comunidades más vulneradas donde hay más escasez del agua y se reúnen en cambio con la Cámara Nacional de la Industria de Vivienda, con el Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco, esto una vez más nos da la razón de que el proyecto de la presa El Zapotillo, es un proyecto que beneficiaría al sector privado y no para abastecer la verdadera escasez de agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara”.

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