Ernesto Zedillo ha sido uno de los genocidas más brutales que ha conocido este país. Llegó al poder vía la sangre de su correligionario asesinado por Salinas, Luis Donaldo Colosio. Durante su sexenio ocurrieron dos masacres que a la fecha siguen impunes: Aguas Blancas en Guerrero (17 campesinos mandados asesinar por el priista Rubén Figueroa Alcocer con el aval de Zedillo el 28 de junio de 1995) y Acteal en Chiapas (45 tzotziles ejecutados, incluyendo mujeres embarazadas y niños, por un grupo paramilitar enviado por Zedillo el 22 de diciembre de 1997 durante su persecución de zapatistas). Zedillo ha sido el peor enemigo que ha conocido el movimiento zapatista. A lo largo de su sexenio movilizó toda clase de grupos armados para matar y perseguir a campesinos aliados o no al EZLN. Militarizó Chiapas y toda la región sur del país, hundiendo en la zozobra a pueblos indígenas ya de por sí vapuleados por la pobreza que sus «políticas» ocasionaron. Para lavar su imagen, entregó el poder en 2000 al panista Vicente Fox en un falso proceso electoral que deslumbró a todo mundo y que la derecha sigue utilizando para legitimar a uno de los criminales más representantivos del PRI asesino. Vean a continuación como el aberrante Vargas Llosa vuelve a hablar Zedillo como si fuera un «demócrata» recordando la farsa del año 2000, y lo lisonjea con palabras que ofenden la inteligencia pública y la memoria de las víctimas arriba mencionadas. Si el peruano Vargas Llosa realmente admira como dice a Zedillo, debería entonces compartir una celda con él.
Jorge Ramos
Reforma
Madrid, España (19 septiembre 2014).- Para el escritor Mario Vargas Llosa, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) «está lleno de mafiosos todavía», pero eso no significa, dice, que va a regresar a México la «dictadura perfecta».
Los partidos de oposición, asegura el Premio Nobel de Literatura 2010, no lo permitirían. [¿Cuáles partidos? ¿El PRD pactista? ¿O su hermano gemelo el PAN? Viejo simulador…]
En 1990, el peruano acuñó la frase «la dictadura perfecta» para definir al sistema político mexicano.
Hoy corrige y valora: «no era tan perfecta, felizmente».
«Pero eso se debe en gran parte a alguien del PRI que fue capaz de traicionar al PRI, que es (el ex Presidente Ernesto) Zedillo», opina.
«Yo le tengo mucha admiración a Zedillo. Él traicionó al PRI en nombre de la verdad, en nombre de la legalidad, en nombre de la honradez, de la decencia. Y yo creo que México tiene que reconocerle a Zedillo el haber hecho unas elecciones libres que permitieron derrotar al PRI».
[Yo creo que Vargas Llosa debería ser confinado en un hospital psiquiátrico. Con declaraciones como esas –legitimando a un asesino– sin duda algo anda muy mal en su anciano cerebro y se ha convertido en un peligro para sí mismo y quienes lo rodean.]
«El PRI, pues, era un partido tramposo», afirma el escritor de 78 años de edad.
Tras señalarle que Zedillo fue escogido en 1994 como Presidente por dedazo, de una manera antidemocrática, responde:
«Zedillo sufre una transformación en la Presidencia. Cuando él sube al poder, se transforma en alguien absolutamente democrático (a pesar de haber) sido empujado al poder por un partido de mafiosos».
-Pero ese partido mafioso, al que usted se refiere, regresó al poder ahora-, se le indica.
«Así es, en elecciones libres».
-¿Le preocupa que regrese la ‘dictadura perfecta’?-
«Yo creo que no va a regresar. México, en estos años de legalidad y de libertad, ha progresado tanto que el PRI ya no puede actuar como actuaba», indica.
«De hecho, hasta ahora no está actuando como actuaba. Está actuando de una manera diferente, y se puede llamar democrática. Están las mismas personas. Sí. Hay mafiosos dentro del PRI, sin ninguna duda. Está lleno de mafiosos todavía, pero esos mafiosos tienen que cuidarse mucho ahora porque hay verdaderos partidos políticos de oposición».
Vargas Llosa explica en qué basa su esperanza de un futuro democrático para México.
«Antes, los partidos políticos de oposición eran fabricados por el propio PRI, ¿no es cierto?, para hacer la pantomima de la democracia. Pero ahora no. Ahora sí hay partidos políticos que son partidos diferentes, que cuestionan, vigilan, que controlan de alguna manera al Gobierno».
[Alguien infórmele sobre el «pacto por México».]
«Y yo, haciendo las sumas y las restas, creo que México sí está cada vez más en una gestación de una democracia moderna, de lo cual me alegro muchísimo. Yo creo que es muy importante, no sólo para México, sino para el resto de América Latina, que la democratización llegue a fondo», expone.
[¿»Democracia moderna» con el PRI cooptando los tres poderes y corrompiéndolo todo? Este tipo debería dedicarse mejor a seguir escribiendo novelas y cerrar ese esfínter que tiene en la cabeza, porque se lo llena espetando una sarta de estupideces sobre las que evidentemente no tiene ninguna idea. No hay duda que está pagado por la derecha para decir semejantes barbaridades y legitimar al sistema de corrupción que tiene secuestrado a México.]
Podrá ser un reconocido escritor, pero eso no le quita lo pendejo, y lo hijo de puta!