La Iglesia ayudó en la fuga del cura pederasta de San Luis Potosí y el procurador también es cómplice por no actuar de oficio

Shaila Rosagel
Sinembargo

Ciudad de México, 30 de mayo (SinEmbargo).– El ex sacerdote Eduardo Córdova Bautista, acusado de abusar sexualmente de más de 100 niños durante 30 años, se escapó gracias a la protección de la Iglesia Católica, especialmente de la diócesis de San Luis Potosí, dijo Alberto Athié Gallo.

El activista y también ex cura Athié afirmó que la diócesis, cuando tuvo conocimiento de las denuncias en contra de Córdova Bautista, en lugar de denunciarlo ante las autoridades locales, pidió consentimiento a la Santa Sede en Roma para saber qué hacer.

“El caso del padre Córdova es de gravedad por el tiempo tan largo, la magnitud de lo abusos y el encubrimiento por parte de la Arquidiócesis que tuvo toda la información desde hace muchos años. Ya están saliendo denuncias desde 2005. No sólo no actuó dentro del país, sino que envió la información a Roma y esperó que le dijeran qué hacer”, dijo.

Athié Gallo expuso que el titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de San Luis Potosí, Miguel Ángel García Covarrubias, debió seguir los casos de oficio. El funcionario declaró a SinEmbargo que no tuvo conocimiento de los casos hasta ahora y reconoció que Eduardo Córdova se encuentra prófugo.

“Conoció en los medios las denuncias, luego cuando vinieron las personas que habían sido abusado en más de 30 años, la Ley indica que cuando hay un delito contra un niño o niña se persigue de oficio y no se tiene que esperar a que haya denuncias para actuar. No quisieron, ni viendo la información”, dijo.

Gracias a la omisión de las autoridades de San Luis Potosí y a la protección de la Iglesia, Córdova salió de México acompañado de los obispos mexicanos que asistieron a la canonización del Papa Juan Pablo II.

El ex sacerdote acusado de pederastia estuvo presente durante todo el proceso de canonización, luego se fue a España y ahí se le perdió la pista.

Athié dijo que además espera que los casos de abuso sexual sean retomados por la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVIMTRA) de la Procuraduría General de la República (PGR), debido a que no confían en que la Procuraduría del Estado actúe con la rapidez que se requiere.

Agregó que dudan que la Arquidiócesis entregue toda la información con la que cuenta sobre los abusos sexuales del ex cura Córdova a las autoridades potosinas.

Este jueves, el Secretario General de Gobierno potosino, Cándido Ochoa Rojas, negó que la Procuraduría esté trabajando lento y dijo que como institución, se está procediendo a la apertura del expediente y su integración.

Ochoa Rojas informó también que hay dos casos más que investiga el Poder Judicial por presunto abuso sexual contra menores.

Uno de ellos es el padre Noé Trujillo, adscrito a la parroquia de Nuestra Señora de la Soledad, en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, conurbado a la capital del estado. El otro caso es sobre el padre Francisco Castillo Ríos de la iglesia Sagrado Corazón, en el ayuntamiento de Ojo Caliente, quien es acusado de violar a un menor luego de sedarlo con pastillas para dormir.

LA CAÍDA DE CÓRDOVA

Ante la presión de víctimas y activistas, el pasado martes, El Vaticano anunció la expulsión del cura e incluso el caso llegó hasta la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), que ofreció asesoría legal y jurídica a las presuntas víctimas, y se pronunció porque se ejerza una investigación a fondo no sólo al sacerdote sino a las instituciones religiosas y civiles que, pese a las denuncias en su contra, permanecieron mudas durante tres décadas.

El caso de Córdova Bautista saltó al escrutinio público cuando el ex párroco Alberto Athié Gallo reveló que cientos de familias habían acudido a él para pedirle ayuda, ante la inoperancia y protección por parte de los arzobispos de San Luis y de autoridades estatales.

Athié ha dicho que en el caso de Córdoba Bautista hay una complicidad sistemática de la Iglesia Católica que salpica hasta la Santa Sede, la cual reconoció, “a través de un estudio secreto, la culpabilidad de sacerdote”. Pero lejos de pedirle que se entregue a las autoridades por los delitos cometidos, sólo lo han protegido.

“Lo protegieron dándole cargos. Primero, como apoderado de la Diócesis; y después como representante de las relaciones Iglesia-Estado en la Arquidiócesis de San Luis Potosí. Lo protegió este obispo y también el Arzobispo Luis Morales”, expuso Athié en abril pasado.

Ese mismo mes, el Arzobispo de San Luis Potosí, Carlos Cabrero Romero, denunció en una entrevista que sí hubo un proceso en El Vaticano por pederastia en contra del ex sacerdote, pero que la institución religiosa no instruyó removerlo.

Las familias y activistas que han apoyado a las víctimas del padre Cordova han denunciado también al gobierno encabezado por el priista Fernando Toranzo Fernández, por no hacer nada para someter al presunto pederasta a una investigación.

INVESTIGAN CASOS DE CURAS PEDERASTAS

El Secretario Ochoa Rojas explicó que la Procuraduría está investigando esos tres casos, sin embargo, respecto a los dos más recientes, los abogados de los sacerdotes lograron ampararlos, por lo que se no se han podido ejecutar las órdenes de aprehensión.

El primero es el padre Noé Trujillo. El 22 de febrero de este año, elementos de la Policía Ministerial acudieron a la parroquia ante las denuncias de la madre de una adolescente de 14 años de que el sacerdote, con engaños, la llevó a un despoblado y la violó.

Los policías sólo encontraron el auto del religioso, quien desde entonces fue considerado prófugo. El arzobispado potosino, por vía de su vocero Juan Jesús Priego Rivera, lo conminaba a entregarse, pero reprochaba también que se le hubiera culpabilizado sin pruebas. De igual forma, los feligreses de Trujillo se manifestaron en las calles de Soledad, afirmando que era inocente y exigiendo el cese de su persecución.

No fue hasta marzo en que reapareció con un amparo en contra de cualquier acción legal en su contra.

El otro caso es sobre el padre Francisco Castillo Ríos de la iglesia Sagrado Corazón, quien supuestamente vioó a un menor de 12 años que lo auxiliaba en un seminario en las misas para aprender el oficio del sacerdocio. El cura le dijo que ese era el sacrificio que tenía que hacer para convertirse en sacerdote.

Los familiares del menor se percataron del cambio de actitud de su hijo y descubrieron mensajes de amenaza por parte del padre, por lo que decidieron interponer una denuncia por violación, cuyo expediente es AP/PGJE/SLP/SDSCF/209/VI/2012.

La madre afirmó que se giró una orden de aprehensión en contra del padre, sin embargo, esta no ha sido ejecutada hasta el momento.

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