Agencias
La literatura es fuerte, las ideas no se pueden destruir, lo débil son los cuerpos de escritores y periodistas, quienes pueden ser torturados, encarcelados o asesinados aseguró el escritor Salman Rushdie, autor de Los Versos Satánicos, libro por el cual el ayatollah Ruhollah Khomeini emitió una fatwa, que es un edicto religioso instando a su asesinato.
El escritor Salman Rushdie visitó por primera vez la entidad para participar en el Hay Festival Xalapa / Foto AVC Noticias
En la conferencia de prensa que dio con motivo de su visita a la entidad para participar en la cuarta edición del Hay Festival, el autor de libros como Hijos de la Medianoche y Vergüenza, dijo con humor que él ha podido sobrevivir “con buena comida, sexo, viajes al extranjero”, mientras que el ayatollah que lo condenó ya está muerto.
Insistió en que existen múltiples ejemplos en los que se demuestra que las ideas y la obra escrita son más poderosas que los propios imperios y citó casos como el del poeta Federico García Lorca, parte de cuya obra ha sobrevivido pese a todo, o como el imperio ruso que no pudo mantenerse, a diferencia de las críticas de sus detractores.
Explicó que él mismo sufrió en carne propia la amenaza, pues tras escribir Los Versos Satánicos, la religión musulmana lo condenó a muerte, sin embargo aseguró que eso no cambió para nada su forma de escribir, pues dijo que no había un reto mayor para él que el que se le hizo a partir del momento en el que se puso precio sobre su cabeza.
En este sentido insistió en que los asesinatos de periodistas y escritores que critican los regímenes no son exclusivos de ahora ni de los países en guerra, pues ocurre en cualquier parte, al grado de que en Rusia se ha reportado a 25 periodistas muertos en los últimos años “en crímenes no resueltos” y “en accidentes… ¡pobres!” –dijo con ironía–.
Por otra parte, el autor, al hablar de la literatura, mencionó la inspiración para su obra y dijo que esta es una “buena enfermedad” que le transmitieron su padre y madre, pues ella “siempre sabía todo de todos y me lo contaba, hasta que dijo que no quería contarme más, porque todo lo publicaba”.
Recordó que el escritor mexicano Carlos Fuentes fue uno de sus grandes amigos y fue él quien lo puso en contacto, vía telefónica, con Gabriel García Márquez, a quien nunca conoció en persona, a pesar de las similitudes que tienen en el género de sus obras.
En estas pláticas, contó el origen de una de sus obras: El suelo bajo sus pies, y dijo que en una Feria Internacional del Libro de Guadalajara, a la que acudió con Carlos Fuentes, y tras la cual le invitaron a una hacienda en Tequila, convivió con el mariachi y disfrutó de la comida mexicana.
Así, aprovechó la experiencia y la agregó como principio de El suelo bajo sus pies, en el que además incluyó un terremoto, siguiendo el consejo del director hollywoodense Cecil B. DeMille, “de iniciar todo con un terremoto”.
Es momento de tomar decisiones en materia ambiental: Weisman
“Hemos llegado a un punto en el que tenemos que tomar decisiones muy importantes para garantizar nuestro futuro” en materia ambiental, expresó el periodista Alan Weisman, lamentablemente la clase política no es la gente más adecuada para tomar ese tipo de decisiones, ya que muchos están incluso en el bolsillo de las grandes transnacionales depredadoras de la naturaleza, agregó.
En su visita a la capital del estado con motivo del Hay Festival, dijo que el periodismo ambiental es un reto, pues asusta y deprime a la gente, debido a los temas que expone, por lo que es difícil mantener la atención, a pesar de ello este tipo de trabajos son una herramienta de denuncia y para exigir que la clase política y las grandes empresas respeten al medio ambiente.
En entrevista el periodista reconoció que “no estaríamos aquí de no ser por la naturaleza”, por lo que de no haber denuncias periodísticas sobre estos temas no será posible resguardar al medio ambiente. Para ejercer este periodismo, dijo, “hay que ser buenos investigadores, hay que no creer en los políticos, porque dicen cosas para mantener sus ventajas y mantener sus puestos”.
Consideró además que el problema más grave que tenemos en todos los países es que ahora hay que tomar decisiones y la clase científica es la idónea para ello, sin embargo no es la que se encuentra en el poder. Alan Weisman dijo que las grandes empresas como las petroleras, las de agroquímicos como Monsanto y otras como Odebrecht –que actualmente trabaja en Veracruz– han logrado tener ya en sus bolsillos a los políticos, por lo que no se frena la depredación del ambiente.
En este sentido insistió en que el periodismo ambiental debe servir como una herramienta para la sociedad, pues “ellos” tienen el poder político y económico, pero “nosotros” tenemos a los medios y a la sociedad para exigir el rescate de la naturaleza.