Samantha Páez
E-Consulta
Hace nueve años Lydia Cacho fue apresada en Quintana Roo y luego transferida de manera ilegal al estado de Puebla por órdenes del entonces gobernador, Mario Marín Torres, en el camino padeció tortura y violencia. Hoy Cacho está en Ginebra, Suiza, para presentar su caso ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU y evidenciar la impunidad que padecen en México los periodistas y luchadores sociales.
En un video de la Red Internacional de Derechos Humanos (RIDH), subido a la red social Youtube, Cacho da a conocer que este 14 de octubre presentará su caso ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), debido a que si bien llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), no se le hizo justicia.
La periodista está acompañada de los abogados y el director de la organización Artículo 19 para México y Centroamérica, Darío Ramírez.
En la reunión que Lydia Cacho sostendrá con el Alto Comisionado no sólo expondrá su caso, sino que hablará de la impunidad que se vive en México, donde periodistas y defensores de derechos humanos son asesinados o desaparecidos sin que las autoridades investiguen y sancionen a los responsables.
Diez años de impunidad
Una década atrás Lydia Cacho investigaba las redes de pornografía infantil y trata de personas que hay en México, proceso en el que descubrió vínculos de empresarios y políticos con la red de tratantes.
En su libro «Los demonios del Edén» menciona a Jean Succar Kuri, millonario hotelero con poderosos intereses en Cancún, que fue detenido en Arizona, Estados Unidos. Así como al empresario mexicano-libanés Kamel Nacif Borge –asentado en Puebla- y algunas de sus amistades.
La investigación le costó una denuncia por difamación y calumnia, que llevó a su arresto ilegal en 2005 por parte de policías judiciales de Quintana Roo, quienes la torturaron y violentaron.
Después fue trasladada a Puebla, gracias a la amistad que tenía Nacif con el gobernador Marín Torres, donde finalmente quedó libre tras pagar una fianza de 6 mil dólares.
Aunque la periodista denunció los abusos, en noviembre de 2007 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) rechazó por seis votos contra cuatro pronunciarse sobre el tema argumentando que podía ser resuelto por tribunales menores.
En México no hay garantías
Cacho dice en el video que su caso cubre todas las violaciones habidas y por haber: tortura, ataques a la libertad de expresión, violación a las garantías individuales, violencia de género, violencia sexual por parte de servidores públicos y el encarcelamiento ilegal.
Por ese motivo decidió llevarlo ante la ONU para evidenciar el grado de impunidad con que se vive en el país por el vínculo que hay entre los gobiernos de todos niveles y el crimen organizado.
«Nuestra intención es poder evidenciar las condiciones en las que está trabajando la prensa en México, pero también explicar cómo se construye la impunidad en México», sostuvo la periodista.
Éste es el primer caso individual que se presenta ante el Comité de la ONU para que lo atraiga, con el objetivo de que se solicite a las autoridades el expediente que a ella y sus abogados les han ocultado.
Además de volver a poner en la mesa los ataques a la libertad de expresión y la falta de garantías, toda vez que el 94 por ciento de todos los crímenes quedan impunes.
Al final del video Lydia Cacho da el argumento principal para retomar las violaciones en su contra: «En un ámbito de corrupción tan generalizada los políticos pueden prácticamente hacer lo que se les dé la gana e, incluso, enriquecerse a través de la impunidad y de la violencia».