Ezequiel Flores Contreras
Proceso
Maestros incendian sede del PRD en Chilpancingo. Foto: Germán Canseco
CHILPANCINGO, Gro. (apro).- Este día escalaron las expresiones de indignación y molestia ante la actitud de indolencia que han asumido autoridades frente al caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.
Por la madrugada, integrantes de la guardia comunitaria que opera en Tixtla, portando armas largas y encapuchados, bloquearon las vías carreteras que conectan la región Centro con la Montaña, colapsando el sistema de transporte público y la actividad económica y comercial de esta importante franja de la entidad.
De manera paralela, normalistas de Ayotzinapa, padres de familia de los desaparecidos, miembros del magisterio disidente y ciudadanos marcharon por las principales calles de Tixtla y tomaron la sede del ayuntamiento, con el que suman 13 los inmuebles cerrados de los 81 municipios que conforman la entidad.
Por la tarde, se registró la acción más violenta del día, cuando miembros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) marcharon por la calles de Chilpancingo y se encaminaron a la sede estatal del PRD, sobre la calle Miguel Alemán a cuatro cuadras del zócalo capitalino.
Enseguida, los manifestantes arremetieron en contra del inmueble, destrozaron oficinas, equipo de cómputo y un auto que estaba estacionado al interior del edificio.
Luego, prendieron fuego al lugar y se retiraron en medio de consignas en contra de los principales líderes del sol azteca en la entidad, quienes han sido señalados por autoridades federales por sus presuntos nexos con el narco, entre ellos el dirigente estatal Carlos Reyes; el presidente del Congreso local, Bernardo Ortega, y el alcalde prófugo de Iguala recién defenestrado, José Luis Abarca Velázquez.
En el inmueble, los manifestantes dejaron pintas que sintetizan el coraje del sector de la ciudadanía que demanda la presentación con vida de los estudiantes desaparecidos y castigo a los responsables de la masacre de Iguala: “Traidores Narcogobierno”.
Los cetegistas retornaron al plantón que mantienen en el zócalo de Chilpancingo, donde se reagruparon para analizar las próximas acciones del movimiento conformado para exigir la presentación con vida de los normalistas desaparecidos.
Esta acción fue similar a la ocurrida el año pasado en esta capital durante las protestas del magisterio disidente en contra de la reforma educativa, cuando los miembros de la CETEG destrozaron y quemaron la sedes de PRD, PAN MC y del PRI.
Las acciones de este día registradas en Tixtla y Chilpancingo son consideradas como la respuesta del movimiento Asamblea Popular Nacional (APN) a la falta de resultados de las autoridades federales sobre el caso Ayotzinapa.
Ello, luego de que ayer el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, sostuvieron un encuentro privado en Acapulco con padres de familia y normalistas de Ayotzinapa, donde los funcionarios no expusieron indicios de que estén vivos los 43 estudiantes desaparecidos.
Ni siquiera tienen idea de dónde pueden buscar a las víctimas y sólo se comprometieron a seguir con las labores de rastreo en la zona norte y la región de Tierra Caliente de la entidad, donde el gobierno federal asumió el control de la seguridad pública en 12 municipios, luego de que determinó que las autoridades municipales tienen nexos con la delincuencia.
Por ello, esta madrugada la guardia comunitaria que opera en Tixtla decidió bloquear la carretera federal Chilpancingo-Tlapa y sitiar ese poblado ubicado a 15 minutos de esta capital, para exigir la presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos.
Desde las 5:30 horas y hasta las ocho de la noche, el grupo de autodefensa surgido en el barrio de El Fortín, señalado por autoridades federales de tener vínculos con el ERPI, bloqueó la vía federal.
Encapuchados y portando escopetas y fusiles AR-15, Galil, HK y Pietro Beretta –todos calibre .223–, los guardias comunitarios se encuentran apostados en el acceso a la Normal de Ayotzinapa y el crucero que conduce al municipio de Apango y Chilapa, donde decenas de autos permanecen varados y cientos de ciudadanos caminan sobre la carretera para salir o entrar a Tixtla.
Cerca de las diez de la mañana se congregó un nutrido contingente de normalistas de Ayotzinapa, cetegistas y ciudadanos en el barrio del Santuario, al sur de Tixtla, donde marcharon con dirección al centro y, luego de un mitin en la plaza central, tomaron la sede del ayuntamiento que previamente había sido desalojado y estaba cerrado.
Mientras las acciones de protesta de la APN van en aumento, el gobierno de Ángel Aguirre y la clase política estatal permanecen ajenos a toda negociación con los manifestantes, quienes anunciaron una marcha para este miércoles 22 en la ciudad de Iguala, el epicentro de la masacre y desaparición de normalistas de Ayotzinapa ocurrida a finales de septiembre.