Daniela Barragán
Sinembargo
Ciudad de México, 29 de octubre (SinEmbargo).– El ajuste a la baja en el estimado para 2015 del precio de la mezcla mexicana de petróleo crudo de exportación a 79 dólares por barril, representará una ausencia de 8 mil 200 millones de pesos en el presupuesto anual del país, hueco que se cubrirá con más deuda, lo que estancará nuevamente los niveles de crecimiento en el país, advirtieron analistas a SinEmbargo.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y senadores acordaron el 27 de octubre que el precio del barril de la mezcla mexicana de petróleo quedaría en 79 dólares en el Proyecto de Ley de Ingresos para 2015, el segundo ajuste que se aplica desde la propuesta inicial fijada en 82 dólares; la Cámara de Diputados había realizado ya un ajuste a 81 dólares, “lo que generó diversas dudas sobre las estrategias que el Gobierno Federal emprendería para compensar dicho ajuste que al día de hoy quedó en 3 dólares menos, lo que al año representará 8 mil 200 millones de pesos”, según estimaciones del analista de Bursamétrica, Ignacio Zedillo Bravo.
Para el Director de Análisis Económico de CIBanco, Jorge Gordillo Arias el repunte de la economía para 2015 podría ofrecer un mejor panorama al país, “no somos una economía petrolizada, pero el gobierno depende mucho de los ingresos petroleros, una baja en el precio del petróleo tiene un impacto importante en las finanzas públicas y sumado a que estamos padeciendo el peor año en niveles de producción, se genera un hoyo importante en las finanzas públicas que no se tenía contemplado a inicios de sexenio”.
Para este año, México espera una producción promedio de 2.44 millones de barriles de petróleo diarios, su menor nivel desde 1990. El gobierno ha reconocido que la meta de producir 2 millones 500 mil barriles diarios de petróleo el próximo año será difícil de alcanzar. Por ello, de acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de la Federación 2015, se establece que Petróleos Mexicanos (Pemex) producirá 2 millones 400 mil barriles diarios en promedio
México cuenta con un plan de cobertura petrolera que le costó 450 millones de dólares, diseñado para proteger las arcas del gobierno en caso de una caída de los precios del petróleo, sin embargo, analistas consultados consideraron que la cobertura puede ser insuficiente en caso de que la caída de los precios llevara al barril a menos de 70 dólares.
El 7 de octubre, Pemex informó que el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación (MME) se promedió en 83.41 dólares por barril, lo que marcó un nuevo mínimo que no se registraba desde el 27 de enero de 2011, cuando se fijó en 83.19 dólares por barril, con lo que el precio de referencia de las exportaciones de petróleo mexicanas registraron una baja de 9.10 dólares frente a su cierre del año anterior.
Para el jueves 9 de octubre la mezcla mexicana de exportación rompió el promedio propuesto por el Ejecutivo federal para la elaboración del presupuesto del año siguiente.
Para el 12 de octubre, Pemex informó que la cotización promedio de la mezcla quedó en 81.12 dólares por barril, la más baja desde el 10 de diciembre de 2010 y 1.41 dólares por debajo del cierre previo.
Ayer, la mezcla mexicana de exportación alcanzó una cotización de 77.19 dólares por barril, lo que representó un alza de 84 centavos respecto a la víspera.
“El peor escenario es que volviéramos a ver precios que no veíamos hace 15 años, que llegará por debajo de los 70 dólares por barril”, expresó Gordillo Arias.
Añadió que con la Reforma Energética, la intención sería duplicar la producción en los próximos cuatro o cinco años, lo que “taparía ese hoyo en las finanzas públicas”, pero, al ser un momento de cambios en el país con la entrada en vigor del paquete de reformas, vendrán años complicados”.
“En una época donde la economía necesita mucho apoyo, México no va a tener de otra más que seguir con un déficit mayor (…) tardará dos o tres años en compensar esta falta de ingresos que no tenía contemplada, por lo que quizá esperamos niveles de duda un poco más altos”, indicó.
José Antonio Cerro, del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana, explicó que antes, “por tradición”, los precios que se planteaban para el barril del petróleo en las leyes de ingresos era bajo y así posteriormente, podía vender a precios muy altos, lo que le permitía tener excedentes no presupuestados. Hoy, el precio está por debajo del presupuesto y en caso de mantenerse así “será un problema complicado”.
“Los ingresos del gobierno, en los últimos años, entre 35 y 40 por ciento provienen directa o indirectamente de Pemex, cualquier cosa que pase con el precio del petróleo influye. En una situación en la que la economía sigue sin poder, la disminución del presupuesto se sentirá. El gobierno debe empezar a trabajar y si en el mediano plazo las reformas que aprobó pueden mejorar la situación petrolera probablemente aumentarían nuestras exportaciones en cantidad”, agregó. “El gobierno debe estar preparado para ver cuáles serán las alternativas de las que tendrá que echar mano si los ingresos que se tienen no son suficientes para llevar adelante el programa de gastos nacional”.
EL FACTOR SHALE
Sin embargo, para los analistas, la estimación a la baja no se debe a cuestiones internas, sino que obedece a una tendencia internacional en el mercado de hidrocarburos y variaciones en la oferta y la demanda.
Aunado a esto, la entrada de Estados Unidos como futuro exportador neto de gas shale, tras el descubrimiento de un yacimiento importante, en palabras de Gordillo Arias, “tiene (gas) para echar pa´ arriba. Este exceso de producción generó una baja muy fuerte en los precios”. Explicó que el gas shale tiene una serie de ventajas y que probablemente es una de las fuentes de energía más limpias, “pronto, el 25 por ciento de lo que será la matriz de energía en el mundo estará provista por el gas shale”.
Por otra parte, Cerro vislumbra en el gas shale una posible salvación para México, “de los países con reservas muy grandes de gas shale son México y Argentina. Cualquier plan, hablando de política energética en el país tendrá que considerar muy seriamente la cuestión de empezar a producir gas a partir de esas fuentes, aunque suponen una tecnología difícil, complicada y cara, es un tipo de producción que necesita mucha agua y es altamente contaminante”.
“En México terminó la etapa de extraer el petróleo fácil, ahora debe hacer otras cosas que incluye el tener grandes inversiones en tecnología necesaria. México es un tomador de precios, ya que éste está basado en precios internacionales Brent de Europa y el West Texas de Estados Unidos. Lo que pasa con la caída de precios es un reflejo de lo que está pasando con los precios internacionales”, recalcó.