Elisa Hernández
Vanguardia
General Cepeda, Coahuila.- Esta semana se reavivará la oposición al proyecto de construcción de un confinamiento de residuos peligrosos en el municipio de General Cepeda.
Los enemigos de esta clase de tiraderos llaman a una concentración pública que se realizará en la Plaza de Armas de la cabecera municipal durante el mediodía del próximo sábado.
Entre los manifestantes estará el abogado y exdiputado federal Jesús González Schmal, quien desde hace un par de semanas prepara la ofensiva legal junto a su colega Fernando Cisneros, para impedir la instalación del basurero tóxico.
González Schmal y Cisneros representaron legalmente a los habitantes de General Cepeda hace dos décadas cuando existía también la intención de instalar un confinamiento similar por parte de la empresa Servicios Ambientales de Coahuila.
“Vamos a valorar las acciones que se van a tomar desde la ciudadanía para resistir a una acción de este tipo”, declaró a VANGUARDIA el ex diputado federal.
Informó también que cuentan con el apoyo de una organización medioambiental de origen canadiense que ha participado en distintas luchas sociales en otras partes de México relacionadas principalmente contra las minas a tajo abierto.
Esta clase de tiraderos son sistemas anacrónicos que en países desarrollados han sido sustituidos por nuevas y más modernas tecnologías para reutilizar los desechos, mas no para confinarlos, aseguró González Schmal.
“Aquí en México estamos en la edad de las cavernas”, consideró. “Yo no sé que está pensando el Gobierno del Estado al prestar el territorio de los coahuilenses para estos fines”, reprochó.
¿Lo recuerda?
Sociedad Ecológica Mexicana del Norte iniciará a finales de este mes o principios de 2015 la construcción de un confinamiento de residuos peligrosos en General Cepeda.
Invertirá 200 millones de pesos.
La Semarnat ya aprobó el estudio de impacto ambiental.
Ocupará 30 hectáreas.
Se ubicará a 5 kilómetros de la población más próxima.
Se generarán 150 empleos directos e indirectos.
Será una alternativa para el 75 por ciento de los residuos peligrosos generados por la industria y que no llegan a una adecuada disposición final.
La planta no recibirá desechos biológicos infecciosos.