Norma Trujillo Báez
La Jornada
“¡Ni perdón, ni olvido, castigo a los asesinos!”, cientos de estudiantes de varias facultades de la Universidad Veracruzana (UV) y ciudadanos que tiene un familiar desaparecido, marcharon desde la zona universitaria hasta la Plaza Lerdo para exigir la aparición de los 43 estudiantes de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa Guerrero.
Foto Fadia Moreno
“Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar al mundo y los estudiantes se mantengan sumisos ante el tirano”, la frase acuñada por Lucio Cabañas, era reiterada en varias lonas y cartulinas que portaban los estudiantes.
Los estudiantes de las facultades de Arquitectura, Biología, Psicología, Arquitectura, Ciencias Administrativas, Derecho, Pedagogía, y un grupo reducido del área de Humanidades, en su caminar decían “no somos pingüinos, no somos frutsis, somos estudiantes desaparecidos”.
Así recordaron los hechos suscitados el pasado 26 de septiembre, en el cual fueron asesinados seis estudiantes, 21 heridos y 43 desaparecidos, lo que se ha considerado un crimen de Estado, hechos que dijeron no deben caer en el olvido, pues “su dolor es nuestro dolor”. Exigieron a las autoridades federales y locales del estado de Guerrero la inmediata aparición con vida de los estudiantes normalistas.
Con ritmo cantaban al presidente de la Pepública: “Peña tú dime que se siente/ que siendo presidente/ te repudia la gente” y como parte del rechazo al gobierno estatal todos saltaban, “el que no brinque es Duarte”.
Después que empuñaban la mano y alzaron el brazo, en señal que la lucha sigue por los normalistas, entonaron el himno nacional mexicano. Mientras en las escalinatas de la Catedral metropolitana, la sociedad civil colocó una ofrenda. “A los muertos por el narco-gobierno” decía una manta, que era iluminada por las veladoras depositadas y adornada con flores de muerto.
Integrantes del Colectivo por la Paz también marcharon, familiares de desaparecidos, portaban lonas con la fotografía de sus hijos, esposos, primos, sobrinos, hermanos, hermanas, de esas personas de las que no han sabido nada desde hace tiempo y que la justicia no les ha dado respuesta.
Mientras, otros estudiantes portaban una lona con las fotografías de los 43 estudiantes desaparecidos, y una frase que sobresalía es “no quiero ser el 44”, como un reproche a la represión que existe contra las manifestaciones estudiantiles en la entidad.
Aunque cabe acotar que también se registró un incidente, cuatro estudiantes que integraban la comisión de seguridad de la marcha –que eran de la Facultad de Ingeniería– empujaron a dos fotógrafas y a un fotógrafo, impedían que tomaran fotografías, que se apostaran al inicio de la marcha. Al final, estos estudiantes pidieron disculpas por su error.
Somos universitarios, no generamos violencia
Sus rostros son cubiertos con trapos, gorros o máscaras negras, “hemos surgido como autodefensa de las marchas; no nos escondemos para hacer violencia, nuestro rostro queda oculto para poder apoyar a los demás estudiantes, pero sí somos estudiantes de la UV y no hemos generado violencia, sólo buscamos justicia para nuestros compañeros de Ayotzinapa”.
Con credencial en la mano, los colores, el logotipo de la UV sobresale, a un lado el holograma del semestre de agosto de 2014 a enero de 2015, mostrando que son las identificaciones oficiales de la institución educativa; el grupo de estudiantes dan entrevista a La Jornada Veracruz. Ellos iban al final del contingente, su única agresión era gritar “vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
Las frases que encierran el pensamiento de esos estudiantes universitarios que se cubren el rostro: “seguiré sembrando rebeldía hasta que se coseche libertad, porque mientras yo tapo mi cara, tú tapas la realidad, soy el puño que se levanta, soy la voz que no se calla, soy el guerrero con quien no contabas”.
Se les cuestiona el porqué del rostro cubierto allí frente al palacio de gobierno. Una de las mujeres con la cara cubierta comenta: “somos estudiantes de Humanidades, estamos así porque el gobierno nos reprime, nos están hostigando en nuestras instalaciones, entonces la capucha no es otra cosa que la protección, porque han estado llegando personas a tomarnos fotos, a grabarnos. Esta capucha es nuestra defensa”.
Un joven agrega “todos somos estudiantes es lo primero que debemos aclarar, esas noticias amarillistas que no somos estudiantes y somos vándalos, es una vil mentira, vamos a la escuela todos los días, esta capucha no representa más que nuestra seguridad, la seguridad por el miedo que el gobierno nos ha plantado”.
La capucha no representa violencia, agregó otro estudiante, “se llama autodefensa, es la verdadera denominación, nos violenta el gobierno, ellos nos han obligado a cubrirnos, nosotros somos autodefensa para los estudiantes que marchan. De sobra se sabe que la inteligencia gubernamental nos espía y quiere dividir al estudiante, pretende desarticular el movimiento”.
Sus ojos son lo único que se ve, mira fijamente otra joven quien agregó: “somos estudiantes y estamos en este movimiento porque el gobierno nos está ultrajando con las reformas, la policía nos golpea y hay 43 normalistas desaparecidos, y exigimos justicia. El país se está cayendo y hay gente que sigue en su casa, y a todos ellos los necesitamos aquí para luchar”.