Norma Trujillo Báez
La Jornada
En 2002, con los resultados del Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud se declaró el siglo pasado como el de mayor violencia, sin embargo, debido a que se ha incrementado en las calles, en el hogar, en las instituciones, en las universidades, en el tránsito vehicular, todo indica que este siglo XXI es el más violento de la humanidad y preocupa a investigadores y académicos, porque la violencia se está “normalizando”.
En conferencia de prensa dieron a conocer la realización del “Taller/seminario sobre la violencia y los trastornos alimenticios”, participaron Alejandra Garcimarrero, titular del área de Ciencias de la Salud; Domingo Canales, titular del área Biológico-Agropecuarias; José Antonio Hernanz Moral, director general de Desarrollo Académico e Innovación Educativa; Esther Hernández Palacios, directora general de Difusión Cultural; y Ernesto Rodríguez Luna, director del Citro, en el que anunciaron que iniciará el próximo 4 de noviembre, con la conferencia que dictará el catedrático de la Universidad de Valencia, José Sanmartín, titulada “Sobre agresividad y violencia (factores biológicos, psicológicos y sociales)”.
Los académicos precisaron que será en marzo cuando se realice el seminario que es contemplado como un espacio abierto para debatir temas relacionados con la inseguridad y crear conciencia entre la población sobre las graves consecuencias de los hechos violentos, para rescatar la práctica de los valores sociales.
Ya que la agresividad humana y la violencia demandan atención de la sociedad y de los gobiernos, Ernesto Rodríguez Luna dio a conocer que el informe que la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en 2002 revela la violencia va desde el sufrimiento invisible de los individuos más vulnerables de la sociedad hasta la tragedia de las sociedades en conflicto.
El estudio señala que la violencia es una de las principales causas de muerte en la población de edad comprendida entre los 15 y 44 años y la responsable de 14 por ciento de las defunciones en la población masculina y de 7 por ciento de la femenina.
A nivel de sociedad se acusan diversos efectos propiciados por la violencia: como la inseguridad pública o la pérdida de la productividad económica en las empresas estatales y privadas, además de la pérdida de libertad y creatividad.
Al abordar las diversas violencias que se viven en la entidad y en el país, Alejandra Garcimarrero agregó que la población y los estudiantes no tienen claro cómo afrontar esta violencia y expuso: “antenoche un egresado del Campus Veracruz en el área de Ciencias de la Salud en un asalto fue asesinado, entonces ése es uno de muchos casos que estamos viviendo y que continuamente los sufrimos; sin embargo, nos lleva a pensar que nuestra población estudiantil no está dimensionando el nivel de violencia y cómo enfrentarlo, son jóvenes que pierden la vida por defender un recurso de éstos, celulares, laptops, etc.”.
Domingo Canales, titular del área Biológico-Agropecuarias, dio a conocer que en una junta académica, los alumnos de Córdoba expusieron su preocupación sobre las agresiones que han sufrido afuera de las instalaciones universitarias, “los estudiantes, por lo menos en Córdoba se están organizado para poderse defender de las agresiones externas sobre las cuales la institución obviamente no tiene control”.
Ahí preguntaron si es necesario reunirse para tener una misma estrategia para defenderse de la violencia externa, “ellos responden que deben unirse como una forma de protección”. Asimismo, Esther Hernández Palacios dijo que desde la Universidad están preocupados por los niveles de violencia que están existiendo, incluso los libros que más están ganando premios son los que hablan de la violencia.
Los académicos de la UV también refirieron que algo preocupante es que en estos tiempos se esté “normalizando” la violencia, y es lo que no se debe aceptar, sino ir en busca de mecanismos que la reduzcan.