Ezequiel Flores Contreras
Proceso
AYOTZINAPA, Gro. (proceso.com.mx).- Integrantes de la Asamblea Nacional Popular (ANP) acordaron intensificar sus acciones de protesta para seguir insistiendo en la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.
En una reunión realizada este domingo en la sede de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, que se prolongó durante varias horas, representantes de organizaciones sociales y miembros de la dirigencia estudiantil, definieron un plan de acción que contempla el cierre de centros comerciales de empresas trasnacionales y la toma del aeropuerto de Acapulco.
Así como interceptar unidades que transporten mercancía de empresas privadas y permitir el libre tránsito en casetas de peaje para los automovilistas.
“Se trata de pegarle al gobierno y a las empresas trasnacionales donde más les duele, en su economía”, señaló un miembro de la ANP.
De esta forma, los normalistas y miembros de diferentes organizaciones pretenden obligar a las autoridades federales a asumir una actitud contundente en las labores de búsqueda de los estudiantes desaparecidos, a más de un mes de la tragedia de Iguala donde fueron asesinadas seis personas y al menos 10 resultaron heridas en diferentes ataques realizados por policías municipales que actuaron en contubernio con sicarios al servicio del grupo delictivo Guerreros Unidos.
Afuera de la Normal de Ayotzinapa, el color se plasmó en las paredes del pueblo de Tixtla donde artistas plásticos realizaron murales para expresar su coraje e indignación frente a este llamado crimen de Estado.
Decenas de personas que acudieron al panteón municipal para celebrar el Día de Muertos, entre música, flores e incienso, se detenían para observar las obras que mostraban los rostros de los 43 estudiantes desaparecidos y de guerrilleros como Ernesto Ché Guevara; Lucio Cabañas y el Subcomandante Marcos, así como del maestro Jaime Antonio Gómez del Payán Medina.
A través de la palabra escrita, los artistas tixtlecos tomaron las paredes de sus casas como lienzos para expresar consignas con el propósito de condenar la atrocidad cometida por autoridades gubernamentales, exigir la presentación con vida de los estudiantes y denunciar a los narcopolíticos que tienen secuestrada la entidad.
La cabeza de los defenestrados Ángel Aguirre Rivero y el narcoalcalde perredista de Iguala, José Luis Abarca Velazquez pendían de una soga atada el cuello y la leyenda: “Una injusticia hecha contra un ciudadano, es una amenaza hecha a toda la sociedad”.
El ambiente colorido en las inmediaciones del panteón de Tixtla contrastaba con el dolor y la angustia que se respira al interior de la Normal de Ayotzinapa donde los padres de familia, normalistas y activistas siguen en espera de que el gobierno encuentre con vida a los desaparecidos.
“El gobierno sabe que están vivos y dónde se encuentran, pero no sé por qué no actúa”, suelta una afligida madre que lleva un mes durmiendo en el cuarto que le asignaron a su hijo en este internado donde se forman profesores rurales y que en este momento atraviesa una de las peores crisis generada por la criminalización desde el gobierno y la brutalidad de la delincuencia que controla territorios completos.
Por su parte, normalistas y universitarios procedentes de la Ciudad de México, se trasladaron a Chilpancingo para recordar a los estudiantes de Ayotzinapa que han sido asesinados en los últimos años.
Los manifestantes arribaron por la tarde al monumento de Las Banderas, ubicado sobre la calle Lázaro Cárdenas donde izaron lonas con los rostros de los estudiantes victimados por autoridades gubernamentales y delincuentes.
De esta forma conmemoraron el Día de Muertos y se regresaron a las instalaciones de la Normal de Ayotzinapa para alistar la logística del plan de acción que comienza mañana para presionar al gobierno y demandar la presentación con vida de los normalistas que siguen desparecidos.