Asesino era desde antes de que se robra la presidencia (¿acaso se les olvidó Atenco?). Triste y doloroso que tuviera que pasar esto –que el asesino volviera a matar– para que al fin se dieran cuenta. Ahora a sacarlo de donde está y meterlo donde merece: LA CÁRCEL.
Benito Jiménez
Cd. de México, México (06 diciembre 2014).- Felipe de la Cruz, uno de los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, reconoció el dictamen de los forenses argentinos sobre la identificación de uno de los estudiantes entre los restos localizados por la PGR en un basurero de Cocula.
No obstante, ante miles de manifestantes congregados en la explanada del Monumento a al Revolución, el padre de familia argumentó que la identificación del estudiante no es motivo de tristeza, sino por el contrario, de indignación y de continuidad en las movilizaciones, hasta localizar al resto de normalistas y encarcelar a los culpables.
«No le lloramos a Alexander, su caída va a florecer en la revolución, que sepa donde quiera que esté que vamos a hacer justicia», dijo en su discurso De la Cruz.
A la par, anunció el desconocimiento al «gobierno» de Peña Nieto por parte de la Normal de Ayotzinapa y demás organizaciones adheridas a esta movilización.
A su juicio, lo sucedido contra los estudiantes en Iguala el pasado 26 de septiembre, es un crimen de Estado que debe quedar impune.
«Desconocemos al Gobierno de Peña Nieto por asesino, si piensan que con eso de la coincidencia del ADN de uno de nuestros muchachos, íbamos a llorar, se equivoca, los asesinos siguen sueltos, los materiales están presos, pero queremos en la cárcel a Ángel Aguirre y Enrique Peña Nieto por sus discursos falsos y mentirosos».
De la Cruz reprochó que el Gobierno federal muestre insensibilidad en el caso.
En consecuencia, anunció una serie de movilizaciones para retomar la esencia de la Constitución y advirtió echar abajo las recientes reformas aprobadas que, dijo, fortalecen al Gobierno y debilitan al pueblo.
Respecto a las movilizaciones desestimó las advertencias del Gobierno federal respecto al uso de la fuerza pública.
«No tenemos miedo, nos dejaron la rabia y el coraje y eso nos tiene de pie, y vamos a dar la vida de ser necesario», sentenció.
Dijo que la presencia de militares en Guerrero obedece a un miedo del Gobierno federal a un movimiento armado, no obstante, adelantó que ello se puede originar en cualquier parte del País o en todo el territorio nacional.
