- La productividad aumentó 1.9% en el tercer trimestre: Inegi
- De 2005 a 2014 aumentó el PIB por persona, pero cayeron ingresos
Juan Carlos Miranda
La Jornada
La productividad laboral de la economía mexicana registró una elevación anual de 1.9 por ciento en el tercer trimestre del año; en tanto el costo unitario de la mano de obra por hora en el país se abarató en la industria de la construcción, las manufacturas y en el comercio mayorista y de menudeo, respecto a las remuneraciones reales pagadas en estas actividades en el tercer trimestre de 2014, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Por grupos de producción, especificó el organismo, la productividad laboral con base en horas trabajadas en el sector agropecuario se elevó 4 por ciento en el tercer trimestre de 2014 sobre el nivel del mismo lapso del año pasado, en la industria se intensificó 0.2 por ciento, mientras en el comercio y los servicios aumentó 3 por ciento.
Pero esta mayor intensidad de la producción por trabajador no se vio correspondida con mayores ingresos.
Según los indicadoras del Inegi, el costo unitario de la mano de obra por hora trabajada en la industria de la construcción disminuyó 3 por ciento en el tercer trimestre del año; en los establecimiento de manufacturas se reportó una caída anual de 1.4 por ciento; en el comercio de mayoreo bajó 2.1 y en los establecimientos de menudeo descendió 1.4 por ciento anual.
Impulsa pobreza
Sobre este fenómeno de aumentos en la productividad y caídas en las remuneraciones pagadas a los trabajadores, Francisco Rodríguez Montoya, especialista del Observatorio Económico de México de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), considera que la elevación de la productividad como condición para aumentar las remuneraciones de los trabajadores no corresponde a la realidad, puesto que en los últimos 10 años la productividad laboral sí ha aumentado en el país a la vez que los salarios reales se contrajeron.
“Sin duda alguna, uno de los factores que ha contribuido al bajo crecimiento de la economía mexicana y la persistencia de la pobreza es la contracción de los salarios reales y su desconexión de la productividad laboral”, sostiene el especialista.
De acuerdo con el análisis La trayectoria dispar de salarios y productividad en México 2005-2014, publicado en la edición de diciembre del Reporte Macroeconómico de México de dicho observatorio, Rodríguez Montoya sostiene que mientras el producto interno bruto por persona ocupada aumentó 3.5 por ciento de 2005 a la fecha, los ingresos de los trabajadores tuvieron una caída de 21.8 por ciento. Esto quiere decir, sostiene, que si las remuneraciones laborales se hubieran mantenido a la par de la productividad, el ingreso promedio de las personas ocupadas para el 2013 se hubiera ubicado en 3 mil 850 pesos mensuales, 778 pesos por encima de los 3 mil 79 registrados.