Claudia Salazar y Claudia Guerrero
Reforma
Cd. de México, México (06 enero 2015).- El Peña Nieto tiene un gasto millonario en propaganda y cada día gasta, en promedio, 6.3 millones de pesos.
Mientras en el 2013, se reportó un gasto de 485 millones 600 mil pesos en los primeros 10 meses del año, para el 2014 la partida se elevó, en el mismo lapso, a mil 908 millones de pesos, según el reporte de la Ejecución de los Programas y las Campañas Gubernamentales.
El dinero se destinó principalmente a medios electrónicos, escritos, portales de internet, consultorías, casas productoras, agencias de publicidad e incluso se otorgaron pagos a personas físicas, como comunicadores de radio o televisión.
El reporte oficial enviado al Congreso federal, destaca que para Televisa se programaron 144.2 millones y para TV Azteca, 83.4 millones en los primeros 10 meses del 2014.
En tanto el informe «Comprando Complacencia» elaborado por expertos internacionales y el Centro de Investigación y Análisis Fundar, advierte del gasto millonario vinculado a «la censura oficial indirecta».
Según el estudio, al amparo de un marco normativo que permite excesos y facilita la opacidad, los gobiernos federal y estatales destinan cerca de 12 mil millones de pesos anuales a gastos en publicidad.
De esta forma, considera el reporte, se ejerce presión para influir en la cobertura de noticias y moldear el panorama mediático o las líneas editoriales de los medios de comunicación, a través de una asignación sesgada y opaca de la publicidad gubernamental, subvenciones estatales y gubernamentales.
«Hay un gasto millonarios en publicidad oficial promoviendo políticos o agendas partidistas sin que se haya comprobado su impacto positivo en el debate público, subsidian a los medios de comunicación favorecidos», señala el estudio conformado por la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA), en cooperación con el Centro Internacional de Asistencia a los Medios de Comunicación (CIMA) y con el apoyo de Open Society Foundations.
Entre los principales hallazgos, la investigación destaca que hay una asignación masiva de publicidad oficial en México sobre bases partidarias y políticas para moldear el contenido en los medios.
«Gastos millonarios en publicidad oficial promoviendo políticos o agendas partidistas sin que se haya comprobado su impacto positivo en el debate público, subsidian a los medios de comunicación favorecidos.
«Los gobiernos federal y estatal gastan cada año cerca de 905 millones de dólares en publicidad sin tener ninguna indicación clara de que ésta sea eficaz o llegue a los grupos que está destinada», indica.
En el informe se asegura que, en los últimos años, el aumento del gasto publicidad oficial por parte del Gobierno federal ha afectado directamente a la diversidad y la calidad del mercado de los medios.
Se afirma que los esfuerzos realizados por el Gobierno para una publicidad oficial transparente y regulada no han sido suficientes.
Privilegiados
En la investigación se analiza el gasto que ejerció el «Ejecutivo federal» en su primer año de «gobierno».
Según el estudio, la administración federal centralizada y paraestatal ejerció 4 mil 195 millones de pesos en publicidad. La cifra se elevó de manera pronunciada en el último mes de ese año.
Las secretarías de Turismo, Hacienda y Energía fueron las que más gastaron en publicidad.
En el Ramo 21, correspondiente a Turismo, se explica que la inversión corresponde la promoción para convertir a México en un destino atractivo.
Sin embargo, se advierte que los sectores con mayor gasto estuvieron vinculados a las reformas estructurales avaladas en 2013.
También se indica que la televisión dominó el gasto, mientras internet mantuvo un estatus marginal.
«La distribución del gasto en publicidad oficial privilegia la televisión, que concentra 33 por ciento del gasto, es decir, mil 392 millones de pesos.
«En segundo lugar se encuentra la prensa escrita, con el 18 por ciento, que equivale a 736 millones de pesos, y en tercer lugar la radio con el 14 por ciento, equivalente a 584 millones de pesos».
La inversión en Internet fue de sólo 5 por ciento.