México, 20 de julio 2018 (NOTIGODÍNEZ).- Pese a que ya había aceptado la decisión del gobierno entrante de eliminar las megapensiones de ex «presidentes», Vicente Fox Quesada, «mandatario» en el sexenio 2000-2006, volvió a defender el pago de su onerosa megapensión, el séquito de 20 colaboradores a su servicio y el aparato de seguridad para él y su familia, todo con cargo al bolsillo de los mexicanos.
Fox reaccionó a una nota del diario Reforma publicada ayer jueves, en la que se exhibe el costo al erario de los séquitos de asesores de los cinco ex «presidentes» vivos, cuyo gasto conjunto asciende a 22.6 MILLONES DE PESOS ANUALES. De ellos, la nómina de Fox es la segunda más abultada por detrás del séquito de Felipe Calderón, que alcanza los 9 MILLONES DE PESOS.
El sujeto consideró que esos privilegios millonarios a los que llama «apoyos administrativos», así como su inmerecida megapensión que asciende a más de 200 mil pesos mensuales, son un «reconocimiento que se les brinda a los exandatarios por haber servido al país.»
“No somos los malos de la película, somos gente que trabajó y que continúa trabajando por México», dijo citado por Reforma. La pensión se otorga «no sólo como un reconocimiento, quizá como un agradecimiento”, se adornó ridículamente pese a que su sexenio fue uno de los más irrelevantes, mediocres y oscurantistas de la historia reciente de México.
“A mí me parece correcto y así lo es en todas partes del mundo, todos los expresidentes tienen mucho que dar por su país. Nadie como ellos conocen y tienen experiencia para hacer las cosas mejor”, dijo pletórico de cursilería, recurriendo además al «mal de muchos» con su referencia a los otros países del orbe.
Enseguida, el cínico individuo sugirió que, sin esos apoyos, los «presidentes» tendrían que incurrir en actos de corrupción -¿¿MÁS??- para asegurar su bienestar una vez que salen del cargo:
“Prácticamente todos (los países) tienen un régimen de pensiones para expresidentes, se hace con el propósito de que durante la administración no se tengan tentaciones, tentaciones de hacerse justicia por mano propia, de agarrar dineros que no corresponden», cantinfleó.
“Yo creo que es importante señalar que todo presidente de la República de alguna manera u otra ha tenido una aval de la ciudadanía para llegar a ser presidente, inclusive quien lo haya hecho muy mal. Quien lo haya hecho mediocre o lo haya hecho muy bien fueron seis años de trabajo intenso, trabajando por México y los mexicanos”, neceó refiriéndose a sí mismo, en otro bobo intento por justificar los inmerecidos privilegios de que goza.
Por cuanto a la propuesta de López Obrador de desaparecer al Estado Mayor Presidencial, reintegrando a sus elementos al Ejército, así como la decisión de eliminar a los delegados estatales y nombrar a un coordinador en cada entidad federativa, Fox consideró que se trata de una medida que «desmantela al Estado mexicano».
“Es una medida peligrosa y delicada. No hay que desmantelar al Estado mexicano, no hay que desmantelar a las comunidades que puedan tener un delegado. No se puede desmantelar eso en aras de ir al centralismo absoluto y a una sola voz en este país. En ese sentido lanzo un mensaje de advertencia que cada política pública que se va a implementar no sea una ocurrencia, sino que tenga sustento, análisis y estudio amplio”, balbuceó nuevamente para derrochar consejos sobre lo que él mismo nunca hizo durante su mediocre mandato.
Con información de Reforma