Para esto sí «estamos buenos» los mexicanos. Incapaces de poner fin a la injusticia y la desgracia, desahogamos la frustración con «buen humor»… y a seguir padeciendo.
El pasado sábado 10 de mayo, fecha institucionalizada como el «Día de las Madres» que año con año abulta los bolsillos de comerciantes y empresarios de diversos ramos, sirvió para que miles de internautas volcaran su repudio contra Enrique Peña Nieto a través de la llamada «Gran Mentada Nacional» en redes sociales.
La dinámica inició desde los primeros minutos del sábado con la etiqueta #ChingaTuMadreEPN en Twitter, que no llegó a la lista de tendencias por supuesta infiltración de bots y cuentas apócrifas. Posteriormente, la etiqueta #ChingueAsuMadreEPN se convirtió en la primera tendencia nacional durante más de día y medio, alcanzando también las tendencias mundiales por varias horas del sábado.
Con gran variedad de mensajes, «memes» y hasta fotografías personales, la etiqueta inundó las cronologías de miles de usuarios en Facebook y Twitter, repudiando a Peña Nieto y saludando, muy a la mexicana, a su progenitora. Los participantes aprovecharon para exhibir el desastre nacional producto del régimen que el priista representa.
Tuiteros y usuarios de Facebook recriminaron la pobreza en el país, las «reformas» traicioneras, la pretensión de censurar Internet, la inseguridad rampante y los casos de periodistas asesinados. No podían faltar las referencias a la aversión del mexiquense por la lectura y su incapacidad de articulación verbal cuando no dispone de teleprompter.
Otros «personajes» de la política o la farándula no estuvieron excentos de los recordatorios maternales durante la jornada, como el priista Humberto Moreira, saqueador de Coahuila, la «señora» Rosario Robles o el conductor de Televisa Carlos Loret de Mola, quien al parecer obtuvo más mentadas de madre después de Peña Nieto.
Hacia las seis de la tarde del sábado, la etiqueta ya contaba 91,736 menciones únicas. El último reporte de Anonymous Hispano contabilizaba más de 200,000 tweets únicos y un total de 5 millones 446 mil 651 menciones del hashtag en tweets, retweets y «estados» en Facebook.
ÚLTIMO CORTE 0:20 #Méx. 202 486 mentadas de madre a @EPN – Con RT aprox. 4 322 651 Contando Facebook aprox. 5 466 415 # ChingueASuMadreEPN
— Anonymous Hispano (@anonopshispano) May 11, 2014
Nosotros también contribuimos al «éxito» de la Gran Mentada Nacional con esta humilde aportación (la imagen es del INGAPE):
¡Que la chingue!
¡Que la chingue!
¡Que la chingue, la RECHINGUEE!
@EPN: pic.twitter.com/aTiqdxmoie
#ChingueAsuMadreEPN
@anonopshispano
— NOTIGODINEZ (@NOTIGODINEZ) May 10, 2014
Sin embargo, creemos que la «exitosa jornada», si bien refleja la magnitud del creciente malestar ciudadano –que los ejércitos priistas de cuentas automatizadas en Twitter y Facebook no lograron empañar–, deja la insatisfacción de otras «acciones» improductivas, sin porvenir ni objeto, convocadas principalmente en redes sociales.
El repudio generalizado a Enrique Peña Nieto no es noticia. Desde las campañas electorales quedó de manifiesto que los mexicanos: 1) despreciábamos a Peña porque sabíamos que sería impuesto en la presidencia, y 2) no estábamos de acuerdo con semejante fraude electoral anunciado con mucha anticipación. Sin embargo, un año y medio después, no hemos avanzado en las acciones para revertir los efectos de esa imposición, mientras ellos concretan, uno tras otro, cada punto de su agenda neoliberal, bien conocida desde hace mucho tiempo por quienes disponemos de un mínimo de información.
Más grave aún es que canalicemos torpemente nuestros esfuerzos en desahogos virtuales y otras válvulas de escape, organizadas por ciertos grupos con mucha influencia e intereses un tanto oscuros, expertos en simular que están luchando cuando realmente han venido desarticulando acciones concretas como el boicot y la desobediencia civil.
Llegó el momento de madurar en el planteamiento de nuestras estrategias. Esto empieza por entender que Peña y «su equipo» son la careta detrás de un grupo abusivo, muy fácil de identificar si se formulan las preguntas correctas: ¿A quién benefician todas las «reformas»? ¿Quiénes ganan con la reforma laboral, energética y telecomunicaciones? ¿Quiénes se apoderan de la educación en México con la correspondiente «reforma» privatizadora? ¿Quiénes se beneficiaron descaradamente con la «reforma» financiera?
La respuesta lleva implícitos los nombres de quienes debemos combatir para rescatar a México, también el cómo.
El cuándo, depende de cada uno de nosotros. Y por si no se han dado cuenta, vamos muy retrasados.