La actual Cámara de Diputados va a pasar a la historia por la serie de reformas a la Constitución y sus leyes secundarias que aprobaron y con las cuales cambiaron de raíz los principios tradicionalmente defendidos en el país en torno a temas como los hidrocarburos, la seguridad laboral o los postulados educativos. Pero también va a ser recordada como la más costosa de la historia, pues con el inasible término de “subvenciones extraordinarias” se despacharon una cantidad impresionante de millones de pesos… Y además, esta semana pretenden pasarle la carga de los pasivos de Pemex y la CFE al pueblo mexicano.
Jesusa Cervantes
Proceso
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Esta semana los diputados federales darán el último empujón al paquete de la reforma energética autorizando la transferencia de toda la información sobre las reservas de Petróleos Mexicanos a empresas trasnacionales y también haciendo que unos 700 mil millones de pesos de los pasivos de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se paguen con recursos de todos los mexicanos.
Los diputados de la LXII Legislatura federal hicieron cambios históricos a la Constitución que han derivado primero en una reforma laboral –en septiembre de 2012– y luego una educativa, una fiscal y la de telecomunicaciones para concluir con la energética el 11 de diciembre de 2013; hoy, con los periodos extraordinarios se materializan las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones y energía.
Pero la Cámara de Diputados también se podrá recordar por haber repartido de manera “extraordinaria” o “especial” partidas adicionales para sus grupos parlamentarios, que del inicio de la Legislatura a la fecha suman 359 millones 202 mil pesos (no hay registro de que el Partido del Trabajo o Movimiento Ciudadano hayan recibido dichos recursos). Esto, además de las subvenciones oficiales que en toda Legislatura se entregan a los grupos parlamentarios.