Diana Manzo
La Jornada
Ixtepec, Oax. El Comité de Solidaridad con Ayotzinapa arrancó con la primera fase de búsqueda de los 43 normalistas desaparecidos, en la primera etapa marcharon de las instalaciones de la Universidad Pedagógica Nacional con sede en esta ciudad hasta llegar a las instalaciones de la 46 zona militar de la Secretaria de la Defensa Nacional, donde se manifestaron y entregaron un documento para solicitar la entrada al cuartel.
Representantes del Comité de Solidaridad -integrado por colectivos, normalistas y estudiantes de nivel medio y superior- portaron mantas y lonas con los rostros de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, y señalaron que la jornada atiende el llamado de los padres de los estudiantes.
La búsqueda comenzó en el cuartel militar de ciudad Ixtepec y concluirá el próximo 16 de enero en la ciudad de Juchitán, se visitará la zona naval, subprocuraduría, reclusorios y todos los espacios que sirven como internados en la región del Istmo.
Oscar de Lima Santiago, uno de los organizadores e integrante del Colectivo Vientos de Cambio A.C, manifestó que consideran la desaparición de los normalistas como una tragedia social.
“Son nuestros hermanos, es una situación de emergencia nacional, razón por la cual decidimos emprender, no esperar más y constituir el Comité y actuar, es lo menos que podemos hacer, son 43 jóvenes que no aparecen desde el 27 de septiembre pasado en nuestro país”, indicó.
Precisó que los familiares de los normalistas han insistido en señalar que tanto policías municipales como estatales de Guerrero, así como elementos de la Policía Federal y del Ejército, tuvieron participación, por lo que decidieron actuar y visitar las instalaciones de toda la República Mexicana.
El Comité de Solidaridad, ha realizado eventos culturales -como conciertos y muestras de arte- para expresar su solidaridad y exigencia por la aparición de los 43 normalistas.
En esta primera visita al cuartel militar los manifestantes no pudieron ingresar, sin embargo señalaron que se trata de una acción simbólica porque la desaparición de los normalistas no puede quedar como un hecho aislado y sin importancia.