Luis Carriles / El Economista
Foto: Cuartoscuro
El aeropuerto de la ciudad de México está vigilado por personal que no está calificado para realizar esas tareas, peor aún: pertenece a una empresa que falsificó los certificados de capacitación requeridos para prestar ese servicio.
La empresa Grupo Eulen de México en los últimos tres años habría falsificado cerca de 3 mil certificados de capacitación en seguridad de los 5 mil que ha emitido el área de Seguridad Privada de la empresa, de acuerdo con documentos entregados al secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida. Esta empresa tiene como uno de sus principales contratos la custodia del Aeropuerto de la Ciudad de México (AICM), donde tiene asignados a 1,442 elementos “certificados”. Tienen por asignación la custodia, resguardo y vigilancia en pasillos, andenes y monitoreo en pantallas y detectores.
Otras dependencias que tienen contratos de vigilancia con Eulen son el SAT, el IMSS, ASA, la CFE, Sagarpa y las API de Puerto Vallarta y Ensenada.
Las constancias de capacitación fueron expedidas sin que hubiera un curso de por medio. Además presentan una serie de irregularidades formales que van desde firmas falsas hasta cargos dobles en la misma institución.
Este tipo de situaciones provocó la salida del último director general de la empresa, Luis Aranda, que estuvo en el cargo apenas un mes y medio, su renuncia fue el pasado 15 de mayo.
Según la denuncia presentada en la STPS por Aurelio Durán Rojas, ex coordinador nacional de Capacitación en Seguridad de la empresa Eulen, las falsas certificaciones eran necesario tenerlas a más tardar a finales del año pasado para poder mantener a la empresa abierta, de otra manera perderían el registro que tienen para poder operar como una empresa de seguridad privada.
Con el AICM, Eulen tiene suscrito el contrato 0116-012-AAICM-SV-25, con vigencia del 15 de junio del 2012 al 31 de mayo del 2014.
En el documento se especifica que los elementos de seguridad del AICM dejaron de recibir los adiestramientos necesarios para cumplir con las tareas de seguridad y la capacitación se hacía solo en algunos casos específicos.
El AICM es uno de los temas centrales de los certificados falsos, en una conversación realizada en febrero pasado entre el jefe de Seguridad Nacional de Eulen Seguridad Privada, José Juan López Mejía, y su coordinador nacional de Capacitación, Aurelio Durán Rojas, el primero señala que “la empresa los obliga a hacer cosas” entre otras la falsificación de los papeles.
En la grabación acepta que, por ejemplo, el personal que atiende la seguridad de las instalaciones en el Aeropuerto de la Ciudad de México no cursó la capacitación correspondiente, aunque se cuente con el certificado por cada persona que está en la operación.
“Tu sabes que sólo se le daba capacitación al personal asignado al AICM hasta hace algunos años y ahora ya no”, señala José Juan López.
Aurelio Durán Rojas fue coordinador nacional por al menos dos años y fue despedido de la empresa luego de que reclamó la existencia de las constancias falsas, con su nombre y firma incluidas, y según el relato presentado al secretario del Trabajo, fue su jefe José Juan López Mejía quien presiono a los capacitadores de su equipo.
“Les pidió que firmaran unas constancias de unas capacitaciones que no se habían realizado pero que se requerían para la revalidación del permiso” para que la empresa pueda operar, señala en su documento.
Tan solo a finales del año pasado, señala la denuncia, se buscaba que entre tres capacitadores firmaran al menos 500 constancias por adelantado, sin cursos de por medio.
Grupo Eulen México Seguridad Privada tiene una de las más altas rotaciones de personal, del orden del 200% anual, y al mismo tiempo tiene cerca de 3 mil juicios laborales, tan sólo en la Junta Local 15 de Conciliación y Arbitraje tiene más de 500 demandas.
Las constancias, de las que El Economista tiene copia, presentan diversas irregularidades, entre otras las siguientes: en unos documentos José Manuel Domínguez Romero aparece como represente de los trabajadores en la Comisión Mixta de Capacitación, en otros es el representante de la empresa.
Otro de los firmantes es una funcionaria de nombre Samaría Sarahí Armendáriz Pequeño quien tiene al menos seis firmas diferentes en las constancias de capacitación de los trabajadores.
Las constancias son por los cursos 123 AVSEC para Vigilantes y Revisores de Aeropuerto y de Recurrente Básico de Seguridad y los supuestamente capacitadores son Alfonso Vallejo Zamorategui y Oscar González de la Cruz, el primero lo hace en julio y en el segundo en septiembre.
Sin embargo, en la conversación se menciona que en realidad estos cursos nunca se llevaron a cabo y las constancias de habilidades laborales estaban previamente firmadas por los dos capacitadores y se entregaban en cuanto los empleados obtenían una de las asignaciones a las instalaciones aeroportuarias.