México, 5 de septiembre 2014 (NOTIGODÍNEZ).- A partir de este sábado 6 de septiembre, el «gobierno» tomado por el PRI aplicará el noveno gasolinazo en lo que va del 2014, medida que los «legisladores» de ese partido, junto a sus hermanos gemelos del PAN, aprobaron extender hasta el 2015 pese a que en campaña ambos se habían comprometido a lo contrario.
Así, el noveno incremento implicará que la gasolina de mayor consumo en este país, la Magna, costará 13.04 pesos por litro tras un aumento de nueve centavos, mientras que la Premium para vehículos de alto octanaje costará 13.78 y el Diesel 13.61 pesos cada litro, ambos registrando un aumento de 11 centavos.
El aumento progresivo a los combustibles, implementado por la aplanadora PRI y AN en 2009, tenía como objetivo eliminar el subsidio gubernamental que supuestamente beneficia sólo a las clases altas, y homologar el precio del producto con las tarifas internacionales. No obstante, el precio de la gasolina en México se ha incrementado tanto que incluso ya es más cara que en Estados Unidos y se está colocando rápidamente como una de las más costosas del mundo.
La repercusión del aumento en el precio del insumo se propaga a los demás sectores del mercado, pero los proveedores de productos y servicios trasladan todos los costos adicionales de su producción al consumidor final. Por tanto, los ciudadanos –dispongan de vehículo o no– resienten el aumento al costo del combustible en todos los incrementos a precios de productos y servicios derivados del «gasolinazo». En menos de dos años con Peña Nieto, la canasta básica se ha incrementado 20.66 pesos.
Durante la campaña propagandística previa a la imposición de la mal llamada «reforma» energética, sus impulsores prometieron que con ésta bajarían los precios de la gasolina. Sin embargo, durante el falso «proceso» de aprobación, se vieron en la necesidad de desmentir sus propios dichos y descararon abiertamente que los precios de los combustibles no bajarán. Si acaso llegara a observarse este beneficio, según ellos, sería aproximadamente hasta el año 2040.
Ni siquiera la llegada de gasolineras trasnacionales (Shell, Texaco, Exxon, Chevron, etc.) que en breve se instalarán en México –en las que el propio usuario se despacha el combustible y luego paga en el «Oxxo»– implicará una mejoría en el precio, pues las tarifas en México están determinadas por «el mercado mundial» y no por el proveedor. Luego entonces, el argumento maniqueo de «acabar con el monopolio de Pemex» en la distribución y venta de gasolinas para mejorar los precios, también resultó falso y, lo más grave, un brutal atropello al interés nacional, pues intención real siempre fue abrir las puertas de México a esas compañías extranjeras, las únicas beneficiarias del mamotreto de embustes en su «reforma».
Muy cara para los salarios que se perciben,en EU vale casi lo mismo pero es de mejor calidad y no roban en los litros ,no hay quien meta al orden a las gasolineras,además en EU la gente llena un tanque con unas pocas horas de trabajo,aquí necesitamos varios días de salario para cargar tanque lleno.