Susana González G.
La Jornada
México ocupa el penúltimo lugar entre 15 países de América Latina en cuanto a la participación que tienen los salarios de los trabajadores (masa salarial) respecto del producto interno bruto del país (PIB), pues sólo se coloca por encima de Perú y lo rebasa hasta Guatemala y Honduras.
El problema tiene por lo menos dos décadas, pues desde 1990 México pertenece al grupo de naciones latinoamericanas donde los asalariados no han logrado recibir más de 35 por ciento de los dividendos generados por la economía, indica un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) difundido este mes.
En contraste, la masa salarial de otras naciones latinoamericanas es mayor a la de México de 10 a 25 puntos. Costa Rica ocupa el primer lugar de la lista pues su masa salarial es de 56.7 por ciento del PIB y en seguida se ubican Brasil (51.4 por ciento del PIB), Honduras (47.4), Paraguay (47.2), Uruguay (45.8), Chile (45.4) y Argentina (42.9).
El estudio de la Cepal abarca de 1990 a 2010, último año del que tuvo cifras comparables para los países analizados, y muestra que, en general, se ha registrado una tendencia a la baja en la participación de la masa salarial en el PIB en toda la región. En el caso de México precisa que «no hubo cambios significativos», pero los datos más recientes sobre el tema dados a conocer hace unos meses por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) confirman que siguen cayendo las remuneraciones de los trabajadores mexicanos respecto del valor de todos los bienes y servicios generados en el país, ya que el año pasado (2013) fueron equivalentes a sólo 27 por ciento del PIB.
La Cepal refiere que en la década de los noventa, la masa salarial en México representó 32.3 por ciento del PIB en 1990, subió a 34.5 por ciento en 2000 y se redujo a 32.2 por ciento en 2009. Nada comparable con la participación de hasta 40.2 por ciento que registraron los salarios de los trabajadores mexicanos antes de los setenta, según difundió la Cepal en otro momento.
Sólo Perú reportó un peor registro que México ya que su masa salarial pasó de 28.7 por ciento del PIB, a 34.5 en 2000 y 32.2 por ciento en 2009. Guatemala, otro de los países que la Cepal incluye en el grupo de naciones latinoamericanas que no han logrado que su masa salarial rebase 35 por ciento de participación del PIB, tuvo mejor desempeño que México en el periodo citado, según el estudio a cargo de Martín Abeles y Verónica Amarante, directores de la Cepal en Buenos Aires y Montevideo, así como Daniel Vega, asistente estadístico del organismo en la capital argentina.
La Cepal advierte que la caída de la participación de la masa salarial en el ingreso total de los países se registra también en los países desarrollados, como aquellos que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Considera que ello «no se deriva, en términos generales, de cambios en la estructura de la actividad económica que implicarían una pérdida de importancia de los sectores con alta participación salarial en detrimento de los que tienen menor participación (efecto de desplazamiento). Más bien obedece a la merma en la relevancia de la masa de salarios que se produce en el interior de ciertos sectores».