Martín Hernández Alcántara
La Jornada
La Fiscalía Especializada en Atención a Delitos contra la Libertad de Expresión de la Procuraduría General de la República (PGR) otorgará medidas cautelares a la reportera de La Jornada de Oriente Yadira Llaven Anzures, quien fue agredida el 29 de mayo pasado por empleados de la empresa Bonatti SPA, que construye el gasoducto del Proyecto Integral Morelos, cuando tomaba fotografías del almacenamiento de tubería en un lote.
Las medidas son concedidas porque la periodista trabaja en una zona de “continuo conflicto”, así que a Yadira Llaven se le proporcionará un directorio de teléfonos para denunciar o pedir ayuda en caso de un nuevo ataque y también le entregarán un “botón de pánico”.
La informadora ha solicitado que este “botón de pánico” sea entregado al resto de los reporteros de esta casa editorial, petición que, se le ha informado, está siendo analizada.
La agente del Ministerio Público que lleva el caso de la reportera es Maricela López Tapia, y la averiguación previa es la AP 109/FEADLE/2014.
De acuerdo con las investigaciones de la PGR, el agresor de Yadira Llaven es identificado como José Alí, jefe de obra de Bonatti SPA, quien, coincidentemente, es el mismo sujeto que denunció a los ambientalistas del Frente de Pueblos en Defensa del Agua y de la Tierra de Puebla y Tlaxcala, Enedina Rosas Vélez y Juan Carlos Flores Solís, por el robo de un par de celulares, aunque la interpretación de su encarcelamiento es que eran dos de los opositores más visibles al Proyecto Integral Morelos.
El jueves 29 de mayo, cuando tomaba fotografías al material que llegó a Santa Isabel Cholula para iniciar la construcción del gasoducto, Yadira Llaven fue increpada por tres hombres que la intimidaron, intentaron quitarle su celular y la amenazaron con llamar a la Policía, pese a que les explicó que realizaba su trabajo como reportera.
Sin identificarse, los sujetos le advirtieron que ese era un “lugar privado al que nadie tiene acceso más que con un permiso del gobierno”. No obstante, el predio donde se han colocado los tubos para la obra está al borde de la carretera federal a Atlixco.
La periodista tomaba fotografías desde el acotamiento de la vía, y mientras una de las personas le hablaba en tono amenazante, otra grababa con un teléfono celular y tomaba el número de las placas de su vehículo.
Finalmente logró rescatar su celular y salir del sitio en medio de amenazas. Horas después, cuando el portal de La Jornada de Oriente aún no publicaba la nota del incidente, Llaven Anzures recibió en su celular la llamada de una persona que se identificó como Óscar Burgos, supuesto empleado de la Secretaría General de Gobierno.
En un tono alterado, esta persona empezó a cuestionarla sobre la agresión que había sufrido y la acusó de querer denunciar el hecho con un “afán amarillista” porque a su medio, le dijo, “le interesa generar ese tipo de noticias”.
Más tarde, el vocero del gobierno estatal, Fernando Crisanto, aseguró que en la nómina del gobierno no existe ninguna persona registrada con ese nombre, y deslindó a la administración de Rafael Moreno Valle de las agresiones contra la periodista.