Elisa Hernández
Vanguardia
Saltillo, Coahuila.- Este 2014, la cifra de suicidios en Saltillo y su área conurbada cerrará con alrededor del 30 por ciento de incremento respecto al promedio de los últimos cinco años.
Hasta el momento se han consumado un total de 72 suicidios, además de otros 28 intentos, siendo hasta 100 eventos de esta naturaleza.
Entre quienes se quitaron la vida a lo largo del año se contabilizan cinco menores de edad, además de un pequeño de apenas 8 años que intentó matarse por lo menos de tres formas distintas sin lograrlo. Esto sucedió en el mes de agosto en la Colonia El Mirador de Ramos Arizpe.
Durante los últimos cinco años, el Centro de Información de VANGUARDIA ha registrado estos hechos sin que las estadísticas arrojen un patrón relacionado a las fechas en las que se consuman estos actos.
En el 2014 el mes con el mayor número de suicidios fue julio y el mes con menor incidencia fue enero. En el 2013 fue agosto y octubre, respectivamente. En 2012 fueron noviembre y junio. Los números varían y cada mes se comporta de manera diferente.
Para la doctora en Psicología Clínica, Mayra Chávez, lo anterior podría representar un problema generalizado de desesperanza en toda la población y que se extiende a lo largo del año, porque está directamente relacionado con factores sociales externos.
“Eso habla de que hay más desempleo, hay menos oportunidades, hay más esa sensación de ver al futuro como ¿qué va a pasar?”, expresó.
La especialista es coautora del libro ¿Por qué y cómo se llega a la desesperanza?, un estudio multidisciplinario realizado en el 2006, que en aquel momento concluyó que existía una tendencia al suicidio a principios de año, con la llamada cuesta de enero, así como entre los meses de agosto y septiembre, ambas fechas relacionadas, aparentemente, a la situación económica.
Posteriormente la psicóloga participó en otra investigación para la Universidad Autónoma de Nuevo León enfocada, exclusivamente, a las cartas póstumas.
Este análisis encontró patrones muy similares al estudio previo en cuanto a que los suicidas presentan como rasgos comunes de personalidad, en primer lugar, una baja autoestima, en segundo lugar mucho estrés, y en tercero la falta de un proyecto de vida.
En las cartas póstumas se encontró la demanda de afecto, reproches e inconformidad, principalmente.
No obstante, en los siete años que han transcurrido desde entonces, el fenómeno del suicidio ha tenido cambios importantes.
Por ejemplo, en aquel entonces no se encontró la influencia de los medios de comunicación en los actos suicidas ni una tendencia a imitar a otras personas al tomar este tipo de decisión.
Este año, en cambio, cuatro mujeres mayores se quitaron la vida ingiriendo ácido muriático, dos de ellas con apenas una semana de diferencia. Ocurrió además una racha importante de suicidios entre los meses de agosto y septiembre.
