Roberto Garduño
Reforma
Ensenada, México (12 julio 2014).- Skalona, la empresa que organizó el baile en la Explanada 30-30, regatea el pago de indemnizaciones a los deudos de las tres jóvenes que fallecieron durante una estampida.
Mientras a los familiares de Eunice Rosalía Monterrubio les dieron 200 mil pesos por reparación de daños, a los deudos de Jacqueline Sánchez Avelar sólo les ofreció 25 mil pesos.
La diferencia, es que los familiares de Eunice, de 27 años, presentaron una denuncia ante el Ministerio Público de San Cristóbal, mientras que en el otro caso no se ha abierto un procedimiento legal.
«Sólo hemos tenido reuniones con ellos y fue ahí donde nos dijeron que nos iban a ofrecer ese dinero», comentó Evangelina Sánchez, tía de Jacqueline.
Para los deudos de la mujer de 21 años, la propuesta de indeminización fue considerada indigna, por lo que la rechazaron de inmediato.
«¿Cómo íbamos a recibir eso? Es un insulto», señaló Evangelina.
«Yo sé que está mal ponerle valor a una vida, pero nosotros lo vemos como un apoyo para sus familiares directos, para que tengan algo porque Jacqueline era el pilar de su casa», dijo.
Pero no sólo la empresa les dio la espalda.
A siete días de que sucedieran los hechos, Sánchez asegura que ninguna autoridad ha tenido contacto con ellos y que sólo recibieron apoyo para los gastos funerarios.
Los familiares de Socorro Castellanos Rodríguez, la tercer víctima, aseguraron que seguían en negociaciones sin dar más detalles.
Indigna indeminización a deudos de víctima
Familiares de Jacqueline Sánchez Avelar, una de las tres mujeres que fallecieron en el baile de la Explanada 30-30, rechazaron la propuesta de indemnización que la empresa Skalona Records ofreció, por considerarla humillante.
La productora propuso 25 mil pesos como reparación del daño.
Madre soltera, hermana mayor de una familia de cuatro y el apoyo principal de su mamá, Jacqueline trabajaba en la empresa Sabritas, de donde obtenía ingresos para sostenerlos.
«De verdad que era una chica muy responsable, era madre soltera, con su trabajo pagaba una rentita y mantenía a sus hermanos, uno de ellos con discapacidad.
«No se vale que ahora se piense que de alguna manera ella es responsable de su propia muerte, que por andar en esos bailes, que en Ecatepec, o que haya salido tan tarde, eso no tienen nada que ver con el hecho de que se cometió una injusticia», comentó Evangelina Sánchez, tía de Jacqueline.
A siete días del baile, los deudos recuerdan que los procedimientos para la identificación del cuerpo, los trámites en el Ministerio Público de Ecatepec y la atención que recibieron los funcionarios de ese lugar no fueron los mejores.
Entre los tiempos excesivos de espera, la incertidumbre de no saber si el cuerpo era de su familiar y la falta de información que brindaron las autoridades, la familia cree que no se llevó un debido proceso.