Redacción / Sinembargo
Ciudad de México, 30 de julio (SinEmbargo).– La Audiencia Nacional de España sospecha que Jordi Pujol Ferrusola cobró una comisión encubierta de Isolux Corsán al vender a este gigante de las infraestructuras, contratista de la autoridad catalana, su parte en un macroproyecto turístico mexicano, obteniendo un beneficio de 13 millones de dólares (9.7 millones de euros) en sólo dos años, da a conocer hoy El Mundo, diario español establecido en Madrid.
El juez Pablo Ruz, que investiga la corrupción del clan Pujol (encabezada por Jordi Pujol, ex Presidente de la región autónoma de Cataluña), requirió a la empresa española toda la documentación sobre la compra del proyecto Azul de Cortez, el más importante desarrollo turístico de Baja California Sur, agrega.
“Se trata de un complejo que se extiende sobre una superficie de 800 hectáreas junto al golfo de California, también conocido como Mar de Cortés, y en el que está prevista la construcción de un campo de golf diseñado por Greg Norman, una marina, dos hoteles con 280 habitaciones y unas 2,000 residencias de lujo destinadas principalmente al público estadounidense y canadiense. El ambicioso proyecto Azul de Cortez engloba un volumen de negocio superior a los 3,000 millones de dólares, tal y como han certificado ya consultoras como Lazard o Deloitte, y en su génesis se encuentra el hijo del ex Presidente de la región autónoma catalana”.
El Mundo cita fuentes próximas a la operación realizada en México. Dice que Jordi Pujol Ferrusola desembolsó a mediados de 2006 tres millones de dólares para hacerse con un 21.5 por ciento del desarrollo del negocio, “articulando los pagos a través del BBVA”. Adquirió entonces un paquete del fideicomiso en México.
Pujol Ferrusola llegó a esa operación como “propietario del inmueble descrito [la finca de 800 hectáreas], del proyecto ejecutivo para la construcción del desarrollo turístico y las viviendas que se construyan sobre el inmueble descrito”.
Pero el monto oficial de este nuevo negocio millonario es una incógnita: la cifra oficial de compra que consta en uno de los contratos asciende a “un peso mexicano”.
El Mundo dice que Pujol Ferrusola instrumentó la operación a través de su sociedad limitada Iniciatives, Marketing i Inversions, entidad investigada por la Audiencia Nacional de España por blanqueo de capitales y delito fiscal, dedicada originariamente al negocio del mármol y del granito bajo la denominación de Natural Stone, y a la que la Agencia Tributaria ha detectado ya fondos en Luxemburgo.
“Pujol Ferrusola, que hizo las veces de mero conseguidor en el proyecto del Mar de Cortés, vendió poco después su paquete del 21.5 por ciento a Isolux Corsán. Lo hizo en diciembre de 2008, obteniendo una espectacular plusvalía: 13 millones de dólares. El miembro del clan catalán estableció personalmente los contactos con la directiva de la empresa española para proponerle el negocio en primera instancia, en el que entró con una pequeña participación, y le vendió su parte acto seguido sin haber llevado a cabo ninguna gestión relevante. No en vano, Pujol Ferrusola no dispone de capacidad de gestión ni infraestructura alguna para llevar a cabo un proyecto de estas características”, agrega El Mundo.
Al mismo tiempo que compró la parte de Pujol Ferrusola, la empresa española adquirió las participaciones en este fideicomiso a otros empresarios tanto españoles como mexicanos, desembolsando un total de 79 millones de dólares, con el objetivo de llevar a cabo en solitario el desarrollo del negocio inmobiliario.