MARGENA DE LA O
La Jornada
Chilpancingo, 12 de julio. La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) entregó 10 casas a habitantes de Tixtla, a las que todavía les pulían detalles esta mañana, de 103 que tiene previstas en el barrio del Santuario, el más afectado por la tormenta tropical Manuel a causa del desbordamiento de la laguna negra, para el que los vecinos presentaron un proyecto, el cual fue ignorado por las autoridades de todos los niveles.
Es decir que las casas, muchas de ellas rechazadas por los habitantes por lo endeble que creen es su estructura, fueron construidas en el lugar con las mismas probabilidades de inundarse cada temporada de lluvia, como ocurrió el año pasado.
El titular de la Sedatu, Jorge Carlos Ramírez Marín, con parte de su estructura gubernamental nacional, y con el delegado en Guerrero, Héctor Vicario Castrejón, dieron las llaves a diez familias de las 22 casas que están construidas hasta ahora.
Las casas costaron, según la cotización de la Sedatu, 120 mil pesos, tienen una estructura de cemento comprimido, cubierto por tablas de madera, mondenes de acero, y ventanas de débil estructura de metal y relleno de cristal –con dificultades para cerrar–, techo de asbesto, de 48 metros cuadrados sobre una plancha de cemento sin cimientos. Ninguna de las casas entregadas en el acto oficial sobre las calles Insurgentes y Rivapalacios del barrio del Santuario, tiene servicios de luz eléctrica, agua; el drenaje es impensable cuando casi toda Tixtla carece de este servicio.
Vicario Castrejón detalló que de las 103, 69 casas serán reconstruidas, y 34 reubicadas en un terreno cercano al nuevo mercado que aún no habilitan. El presupuesto total de la dependencia para ambos casos de casas en Tixtla es de 23 millones de pesos.
Uno de los habitantes que recibió casa hoy es Florencio Dominguillo Catarino, un anciano de 70 años, quien se quejó de que la casa estuviera muy pequeña, sin contar que para el acto de esta mañana apenas le ponían la grada principal de acceso.
«De que no dé nada la autoridad..», dijo en un plática con reporteros el afectado por la tormenta tropical Manuel, enfrente también del secretario que llegó a dar las casas. Con Dominguillo Catarino vivirían otras dos familias en su casa entregada por la Sedatu que en términos llanos es de dos recámaras de 2 por 3 metros, espacio para cocina, sala y baño.
En la esquina que hacen las calles Insurgente y Guerrero, la familia Mier Peralta tenía una casa de adobe que se humedeció y desmoronó con la lluvia que llegó de la laguna Negra, era una casa antigua que incluso el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) protegía, rechazó la casa que les haría la Sedatu porque era muy pequeña. El terreno está vacío, aunque figuraban en la lista de afectados.
Los afectados de Tixtla tienen diseñado un proyecto integral para evitar más inundaciones en la cabecera municipal por el crecimiento de la laguna Negra, con un presupuesto estimado de 585 millones de pesos, que hasta hoy ninguna autoridad consideró.