Antonio Heras
Proceso
Mexicali, B.C., (apro).- La violencia vuelve a asomarse en la fronteriza ciudad de Tijuana donde en los primeros siete meses se han registrado 302 crímenes, la mayoría de ellos relacionados con disputas entre grupos antagónicos por el control del narcomenudeo.
La tasa de homicidios podría dispararse aún más si se toma en cuenta que sólo en lo que va del mes suman 14 asesinatos, por lo que las autoridades municipales reforzaron los puntos de revisión en 40 colonias.
Aun así, la comisión de delitos no cede y ahora un comerciante del fraccionamiento Infonavit Patrimonio fue privado ilegalmente de su libertad por tres hombres armados.
Los secuestradores irrumpieron la noche del pasado miércoles en el mercado La Paz, ubicado en la calle Guadalquivir, y luego de someter al propietario huyeron en una camioneta Jeep Cherokee.
Hasta el mediodía de este jueves los plagiarios no se habían comunicado con los familiares para negociar el rescate del comerciante.
En otro hecho, el cadáver de un hombre calcinado en un sillón de una casa fue localizado en el fraccionamiento Lomas de La Presa, al oriente de Tijuana.
Se trata de Edgar Aguilar González, cuyo cuerpo fue rociado de material inflamable por desconocidos que después huyeron de la casa situada en la calle Adjuntas.
En la calle Venecia del fraccionamiento Residencial Agua Caliente se detectó el cadáver en estado de descomposición de otro hombre identificado como Antonio Galarza.
Los guardias de seguridad comentaron que en la casa donde se descubrió el cuerpo sin vida se celebró una fiesta durante el fin de semana.
El alcalde Jorge Astiazaran Orci sostuvo que la violencia en esta ciudad fronteriza donde se localizaron cuatro muertos a inicio de semana, entre ellos el de una mujer de 19 años con reporte de desaparecida cuyos restos se rescataron de una alcantarilla, no se compara con la incidencia delictiva de 2008 cuando se registró una guerra entre carteles de la droga.
En esa ocasión y ante los altos niveles de inseguridad, el gobierno municipal de Tijuana relevo de su cargo al secretario de Seguridad Pública, Alberto Capella. Su lugar fue ocupado por el teniente Julián Leyzaola.
A finales de 2010 y una vez que se redujo la incidencia delictiva, Capella fue designado por segunda ocasión titular de la SSPM en la administración del priista Carlos Bustamante.
Leyzaola ocupo la secretaria de Seguridad Pública de Ciudad Juárez y antes de concluir la administración municipal fue inhabilitado por la sindicatura de Tijuana por tortura, mientras que Capella fue contratado por el gobierno de Morelos bajo el supuesto de haber reducido los índices delictivos de esta ciudad fronteriza.