Ezequiel Flores Contreras
Proceso
CHILPANCINGO. Gro., (apro).- Integrantes del magisterio disidente tomaron por unas horas la sede del Congreso local y quemaron las oficinas del programa de estímulo a la jubilación de la Secretaría de Educación en Guerrero (SEG).
Familiares de los normalistas desaparecidos en una conferencia de prensa. Foto: Germán Canseco
En tanto, miembros del comité estudiantil de Ayotzinapa y padres de familia de los 43 normalistas desaparecidos señalaron que la dimisión de Ángel Aguirre Rivero no resuelve la crisis de ingobernabilidad que se vive en la entidad, y también advirtieron que van a radicalizar sus protestas para obligar al gobierno federal a encontrar a los estudiantes.
“El plan de lucha se mantiene y estamos decididos a todo. Si es necesario perder la vida por buscar a nuestros hijos, no importa. Ya basta de burlas del gobierno”, expresó con la mandíbula apretada el padre de uno de los normalistas desaparecidos.
Mientras, los diputados locales programaron sesionar a las 23:00 horas de este viernes para dar trámite legislativo a la solicitud de licencia que presentó ayer el gobernador Aguirre.
Fuentes oficiales informaron que se trata de una sesión de mero trámite para informar al pleno sobre la dimisión del Ejecutivo, razón por la que el documento será turnado a la Comisión de Asuntos Políticos y Gobernación, que encabeza el perredista Ángel Aguirre Herrera, hijo de Ángel Aguirre Rivero.
El martes 28, los integrantes de la comisión presentarán ante el pleno el dictamen de la licencia solicitada por el mandatario para separarse del cargo, indicó la misma fuente.
Desde la mañana, cerca de mil cetegistas procedentes de la región Montaña marcharon por las principales calles de esta capital y cercaron la sede del Congreso de Guerrero.
El inmueble fue desalojado previamente y al interior se encontraba un grupo de policías estatales con equipo antimotín.
De forma paralela, un grupo de cetegistas, encapuchados y armados con palos, se dirigieron a unas oficinas de la SEG, ubicadas sobre el paseo Alejandro Cervantes en la parte sur de esta ciudad.
Enseguida, los manifestantes retuvieron por un momento a los empleados y profesores que acudieron a tramitar su jubilación, luego desalojaron el lugar y comenzaron a destrozar las oficinas.
También quemaron una parte del inmueble, así como documentos oficiales de docentes jubilados.
Enseguida, los cetegistas se reagruparon en la sede del Congreso y se retiraron en marcha hacia el plantón que mantienen desde hace dos semanas en el zócalo capitalino.
Por su parte, un grupo de normalistas tomó la caseta de peaje de la Autopista del Sol, localizada en el poblado de Palo Blanco, municipio de Chilpancingo, donde franqueó el paso previa cooperación económica al movimiento.
En la tarde, cerca de las 17:00 horas, dirigentes estudiantiles y padres de familia de los normalistas desaparecidos anunciaron que van a continuar las protestas para obligar al gobierno federal a redoblar esfuerzo para localizar a las víctimas.
En conferencia, realizada en la sede de la Normal de Ayotzinapa, los estudiantes reprocharon el hecho de que el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, impulse una línea de investigación relacionada con la disputa de las bandas delincuenciales por la plaza de Iguala, en la que presuntamente los estudiantes habrían sido utilizados por el grupo delictivo Los Rojos para “calentar” el bastión de los Guerreros Unidos.
“La Normal de Ayotzinapa rechaza categóricamente estas líneas de investigación y solicita a la Procuraduría General de la República el redireccionamiento de la misma, para lo cual estamos dispuestos a colaborar”, señala el comunicado que presentaron ante medios de comunicación.
Luego, señalaron que la masacre y la desaparición de los normalistas forman parte de un patrón sistemático de criminalización y represión, impulsado por el gobierno desde hace tiempo en contra de Ayotzinapa.
“Con el correr de los años, y a medida que el modelo económico capitalista se profundiza y afianza, han aumentado exponencialmente las agresiones contra nuestra casa de estudios”, señalaron los estudiantes.
Por ello, rechazaron cualquier vínculo con grupos delictivos, como lo ha señalado Murillo Karam, y señalaron que su delito ha sido alzar la voz contra las injusticias, pobreza, marginación y falta de libertades del pueblo trabajador.
“Por ello, el Estado nos descalifica, denuesta, persigue y nos mata, mientras que al crimen organizado lo cubre con el manto y uniforme que brinda el poder público y se confabula con ellos para matarnos, en un intento de acallar las voces de libertad y justicia que surgen con estridencia desde Ayotzinapa”, indicaron.
Los padres de familia señalaron que la salida del gobernador Aguirre es intrascendente porque no resuelve el fondo del problema.
También insistieron en decir que lo fundamental es encontrar con vida a los 43 normalistas desaparecidos y posteriormente castigar a los políticos que, por omisión o corrupción, actuaron en contubernio con sicarios para aniquilar a estudiantes.