México, 14 de junio 2018 (NOTIGODÍNEZ).- Ricardo Anaya Cortés, candidato de la coalición «Por México al frente» (PAN-RD-MC), volvió a mentir -¡qué raro!- en el debate presidencial realizado el pasado martes 12 de mayo, al referirse a las acusaciones que enfrenta por lavado de dinero.
Durante el debate, José Antonio Meade Kuribreña, abanderado de la alianza «Todos por México» (PRI-PVEM-ANAL), le recordó a Anaya que, de los cuatro ahí presentes, era el único candidato que está acusado de un delito y que sólo el Trbunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) se había pronunciado sobre el caso. Molesto, Anaya aseguró que recibió sentencia absolutoria de tribunal colegiado y de un juzgado de distrito.
Dice @RicardoAnayaC que un juzgado de distrito y un tribunal colegiado lo exoneraron por el delito de lavado de dinero. Miente descaradamente.
Estoy convencida de que Anaya es un enfermo y necesita ayuda profesional. pic.twitter.com/M1Nb6G1Z4A
— Vero A. Islas (@lovrega) June 13, 2018
Si bien Ricardo Anaya no ha sido acusado formalmente de algún delito, en España se abrió la indagatoria contra el empresario queretano Manuel Barreiro Castañeda, acusado de lavado de dinero en nuestro país y en la península ibérica. Anaya se menciona en la indagatoria como beneficiario de tales operaciones ilícitas.
En su respuesta a José Antonio Meade, Anaya hizo referencia a «la sentencia de un juzgado de distrito y un tribunal colegiado de circuito» para aclarar que no sólo el TEPJF había dado un fallo a su favor. Sin embargo, las sentencias mencionadas no están relacionadas directamente con las acusaciones de lavado de dinero en su contra.
El juzgado federal Decimocuarto de Distrito en Ciudad de México, al que Anaya aludió en el debate, falló en favor del panista sobre una publicación del diario El Universal que revelaba el incremento patrimonial de su familia desde que inició su carrera como funcionario público. Dicho juzgado ordenó al diario pagar una multa y difundir una nota para aclarar que la riqueza familiar de Anaya se acumuló antes de que iniciara su carrera política.
Por cuanto a la sentencia del «tribunal colegiado» que argumenta Anaya, se refiere al amparo que obtuvo Barreiro contra la Procuraduría General de la República (PGR) para impedir que se judicialice la carpeta de investigación abierta por el delito de lavado de dinero y que involucra directamente al hoy candidato panista. El fallo fue emitido por el Juzgado Décimo de Distrito de Amparo en materia penal.
Sin embargo, Anaya omitió hacer mención de la demanda en su contra interpuesta por el «senador» calderonista Ernesto Cordero, un día antes del debate, atraída por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) como parte de la investigación que ya se sigue en nuestro país sobre las operaciones de lavado de dinero que habrían beneficiado a Anaya.
Opinión:
Tanto Meade como Anaya son delincuentes y deberían estar en la cárcel. Eso es claro desde hace mucho tiempo y no necesitábamos éste o los otros debates para tener información sobre sus delitos. Aquí el problema es que, por enésima vez, no se hará justicia y quedarán impunes. Ya se los dijo López Obrador en sus caras: «no los voy a meter a la cárcel». ¿Quién le dio ese derecho al tabasqueño, por cierto, de erigirse en juez y decidir por sus calzones quién debe ir a la cárcel y quién no? Pésima señal y terrible mensaje de impunidad en su afán de llegar a la Presidencia. «Justicia no venganza», proclama falazmente, porque es cierto que la justicia no implica venganza, pero sí implica que Peña Nieto, Meade, Anaya y demás criminales que han desmantelado a México, paguen por sus delitos como por ley corresponde. Hoy más que nunca, sólo el pueblo puede y debe materializar esa necesaria JUSTICIA.