Ana Langner
El Economista
Grupo México reconoció por primera vez que un defecto en la construcción una tubería en su complejo de Buenavista del Cobre fue uno de los factores que desencadenó el derrame de ácido tóxico a los ríos Sonora y Bacanuchi el pasado el pasado 6 de agosto.
En un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores, la firma minera indicó que “en este momento la información permite establecer que una causa relevante de estos hechos (el derrame de sulfato de cobre acidulado) fue un defecto de construcción en el sello de una tubería del sistema Tinajas 1, que forma parte de las obras de construcción para una nueva planta de proceso de cobre”.
Se trata de la primera vez que Grupo México reconoce que en el derrame de material tóxico tuvo que ver un hecho atribuido a su control, además del exceso de lluvias, factor al que en un principio señaló como único detonante del que hoy es calificado como un desastre ambiental.
En su comunicación, Grupo México afirmó que “la empresa no soslayará su compromiso de reparar las afectaciones ambientales provocadas por el derrame de nuestros materiales”.
La minera señaló también que los trabajos de limpieza los realizan nueve empresas especializadas en construcción y reparación.
“Una vez superada la fase crítica de la contención del derrame, iniciamos, hace 10 días, los trabajos de reparación y limpieza de las áreas afectadas con la intervención de cerca de 1,200 personas, organizadas en cuadrillas, privilegiando contratar habitantes de las zonas afectadas”, comentó.