Uno de los estudiantes deberá ser trasladado al Distrito Federal.
Héctor Briseño y Diana Manzo
La Jornada
Acapulco, Gro., 6 de octubre. El secretario de Salud de Guerrero, Lázaro Mazón Alonso, informó que dos alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa permanecen graves –en terapia intensiva– en un hospital de la entidad, víctimas del ataque de policías municipales de Iguala y pistoleros, la noche del 26 de septiembre pasado.
Uno de ellos está en coma porque una bala le atravesó la cabeza; el otro será trasladado al Distrito Federal para que se le practique una cirugía reconstructiva, pues un impacto de bala le dañó el paladar superior y la base de la nariz.
Agregó que un paciente más, relacionado con el ataque al equipo de futbol Los Avispones de Chilpancingo, fue trasladado a un nosocomio de alta especialidad de la ciudad de México, donde es atendido de daño en un brazo y en un ojo, y hay posibilidades de salvarlo.
Entrevistado en el contexto del inicio de la Feria de la Salud en la unidad Vicente Guerrero 200, en la zona Diamante de Acapulco, Mazón Alonso recordó que el Hospital General de Iguala recibió 20 pacientes con lesiones diversas entre la noche del pasado viernes 26 de septiembre y la madrugada del 27, cuando perdieron la vida seis personas en los acontecimientos de violencia en aquella ciudad.
Señaló que el resto de los heridos ya fueron dados de alta con distintas recomendaciones médicas, y están dando seguimiento a su recuperación. “A los jóvenes normalistas los dimos de alta en el hospital, pero tienen que regresar al seguimiento para darlos de alta definitivamente. Les hemos pedido que vayan a atención a clínicas cercanas, pero ya es decisión de ellos”.
En Juchitán, Oaxaca, Leonel Gómez Cruz, alcalde de San Francisco del Mar, informó que uno de los dos jóvenes que permanecen hospitalizados es Édgar Andrés Vargas, de 19 años, de edad, indígena huave originario de su municipio, que cursa el tercer año de sus estudios en Ayotzinapa.
Explicó que por referencias del padre del normalista, sabe que recibió un balazo en la boca que le destrozó el maxilar, y que la familia solicitó al gobierno de Oaxaca su intervención para trasladarlo a un hospital de la ciudad de México.
“Según precisiones de Nicolás Andrés, su hijo recibió el balazo de un grupo armado en un segundo ataque, y no en el primero, porque ellos iban al auxilio de sus compañeros. Este balazo lamentablemente le destrozó el maxilar superior y la base de la nariz; casi pierde la vida, por lo que me pidió la intervención para que le diga al gobierno oaxaqueño que lo apoye ante este hecho”, puntualizó.
Gómez Cruz informó que hay 10 jóvenes huaves estudiando en Ayotzinapa, y que además de Édgar Andrés hubo otro joven herido en los hechos del 26 de septiembre, pero “afortunadamente sólo tuvo raspones”.
Nicolás Andrés, padre de Édgar, es uno de los 13 huaves expulsados en 2013 de su tierra natal, San Francisco del Mar Pueblo Viejo, debido a que se rebeló contra el agente municipal Homero Salinas, quien pretendía obligarlo a votar por el PRI.