Han vendido todo: carreteras, playas, minas… pero no habían llegado al extremo de vender una base militar

Bienes Raíces Meade-Cienfuegos

Por Gerardo Fernández Noroña
(@fernandeznorona)

El día de ayer, domingo 22 de octubre, acudí a sendos mítines organizados por MORENA en el Estado de México: a las dos de la tarde en Cuautitlán Izcalli y, a las cinco de la tarde en Tepotzotlán. Previamente, había realizado unas compras de pánico en la feria del libro del Zócalo del la Ciudad de México.

Regresé a mi casa hacia las 8:30 o 9 de la noche y me quedé un rato interactuando en redes sociales y leyendo en la sala de mi hogar.

Estaba satisfecho con la jornada de ayer y me fui a mi recámara a leer un poco, un libro sobre Putin, antes de dormirme. Al ingresar a mi cuarto, me encontré a un lado de mi cama, tirada mi tesis y algunos otros documentos que estaban encima de un librero. Ni siquiera el sismo del 19 septiembre había logrado tirar esos documentos del lugar en que se encontraban. Era aparentemente lo único fuera de lugar. La verdad es que desde que me senté en la sala tenía la percepción de que había algo que no cuadraba. Al ingresar a mi recámara, ya no podía dudar de que habían ingresado a mi vivienda.

No es la primera vez que lo hacen. Y seguramente, desesperados de que no observara yo las evidencias de que habían ingresado, empezaron a ser cada vez más burdos. No haré aquí una larga relatoría de lo que han hecho anteriormente para dejar en claro su acceso a mi departamento. Sólo diré que ayer, además de tirar los documentos citados, dejaron correspondencia que venía desde el 2015 y que estaba en su poder. Dentro de ésta, estaba la devolución de un libro, por parte del correo, que había yo enviado a un comprador desde hace dos años.

Además de lo anterior, dejaron encima del buró de mi recámara, una amenaza de un despacho de cobranza contra el antiguo dueño del departamento en que vivo: James Reeve. Lo interesante del documento es que tenía un texto centrado y con mayúsculas que decía: «Última oportunidad».

No echo en saco roto la amenaza, ni la tomo a la ligera. No es la primera amenaza que recibo y seguramente no será la última. Ni tampoco me azoto y la tomo a la trágica. Ni aspiro ni espero ser mártir. Amo la vida y quiero ver con mis propios ojos el triunfo del pueblo en la restauración de una república libre, independiente y soberana.

Francamente creo que la amenaza viene de la denuncia que vengo realizando de la venta que pretende realizar Salvador Cienfuegos del Campo Militar 1F. Ya había anunciado que hoy estaría en las puertas del citado campo militar. Cumpli mi compromiso y me encontré con las puertas de acceso cerradas, con sendas lonas nuevecitas que anunciaban que era un delito ingresar sin autorización a la zona militar. Curioso que sea un delito ingresar sin autorización y que no sea un delito venderla o más bien regalarla a los amigos de los gobernantes en turno.

Por si no fuera suficiente, las puertas del citado campo militar que se encuentran en Constituyentes y Reforma, se hallaban resguardadas por varias decenas de miembros del ejército, armados con toletes, escudos, cascos, máscaras antigases y armadura. Era un aparato excesivo y ridículo.

Además, los miembros del ejército tenían escudos que decían «Policía Federal «, lo cual confirma mi hipótesis de que el ejército se disfraza de Policía Federal para reprimir al pueblo, sobre todo cuando usan armamento contra las manifestaciones de civiles. A las puertas del Campo Militar 1F, di a conocer que el 5 de septiembre de 2017, el gobierno expropió cerca de 223,000 m² que eran parte de la citada zona militar, pero que no se encontraban registradas como zona federal y como parte del Campo Militar 1F. También ahí presente un documento del 2 de octubre de 2017, en que se autoriza la venta de 1 millón 300,000 m² por parte la Secretaría de Hacienda, que incluye el predio recién expropiado y más de 1 millón de metros cuadrados adicionales. Obvio decirlo, el terreno es parte del campo militar multicitado.

La venta se da en beneficio de la empresa constructora del ferrocarril rápido Toluca México. Es un primer paso para vender los ocho y medio millones de metros cuadrados que comprenden esta zona militar, mayoritariamente boscosa y que tiene en su interior un monumento colonial como lo es la «Real Fábrica de Pólvora». La zona es reserva ecológica, se destruiría con ella a un pulmón de la ciudad de México, que en su momento fue parte del bosque de Chapultepec. Por si no fuera suficiente, es una zona de recarga acuífera, con graves problemas de movilidad, que el gobierno del Distrito Federal se ha negado a autorizar el cambio de uso del suelo y que a pesar de ello, la SHCP avanza en su venta, para encubrir a la SEDENA quien en realidad ha promovido la venta bajo la patraña de modernizar la industria militar.

Hace varias semanas presentamos documentos, uno de ellos confidencial, que demostraba la intención de vender el Campo Militar número 1F. Hoy, a las puertas de la citada zona militar, presentamos dos documentos incontrovertibles, ambos son publicaciones del Diario Oficial de la Federación del 5 de septiembre y del 2 de octubre del presente año. En el primero se manifiesta la expropiación de la parte del terreno que no estaba regularizada y se integra a la zona militar, y, en el segundo, se manifiesta la venta de una parte del campo militar.

Se han vendido puertos, aeropuertos, ferrocarriles, playas, minerales, telecomunicaciones, carreteras, aguas, petróleo, telecomunicaciones, banca, pero NUNCA se había llegado al extremo de vender una zona militar y nada menos que la número uno, donde está establecida la industria militar mexicana. Es incalificable este hecho.

Estoy convencido que esta decisión lástima a las fuerzas armadas. Demuestra un nivel de mercantilismo feroz y de nulo respeto a institución alguna. El negocio por el negocio, la especulación y la voracidad por encima de todo. Meade y Cienfuegos convertidos en simples y viles agentes inmobiliarios de bienes raíces. ¿A dónde hemos llegado?

Les pido que no permitamos este nuevo agravio, que salvemos el bosque y que, si la SEDENA quiere dejar ese predio, que lo haga en beneficio del pueblo, que quede para disfrute de la gente y las 500 viviendas que ahí existen, sean donadas a los damnificados de los sismos, sorteadas entre los mismos.

No toleremos este vulgar negocio de los citados agentes inmobiliarios y de su jefe, para agravio de nuestra patria, Enrique Peña Nieto.

«El pueblo tiene derecho a vivir y a ser feliz».
Gerardo Fernandez Noroña.
México D.F. a 23 de octubre de 2017.

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2 comentarios:

  1. En Colima va a ser lo mismo el predio denominado la piedra lisa una parte ya pertenece al gobierno del estado (Dif). Y la otra parte de la 20 zona militar que ahora pasara al gobierno del estado donde el edificio central sera museo y el resto para vivienda y la zona arbolada a ser parte del parque de la piedra lisa.

  2. Bla bla bla eso es lo único que hace Noroña, porque no se fija el beneficio que va a tener estas obras para los mexicanos, se generarán empleos además de reactivar la economía de la ciudad, es un beneficio para los mexicanos, al vender el terreno del campo militar sera para un nuevo uso que también se traduce en empleos y en beneficio para la zona

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