Estos «ministros» y «magistrados» son mucho peores que los propios asesinos, pues en su papel de impartidores de justicia son los responsables de dejarlos libres y garantizarles impunidad para que sigan delinquiendo. Y ahora se rasgan las sangrientas vestiduras con las consecuencias de su brutal inmoralidad. Esto es el teatro del absurdo llamado México:
Jorge Carrasco Araizaga
Proceso
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx) El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Arturo ZaldÍvar señaló que “a todos nos cimbra la violencia desmedida y el desprecio por la vida humana que parecen haberse apoderado de sectores de nuestra sociedad; a todos nos duele como propia la tragedia que ensombrece a muchas familias a lo largo y ancho del país”.
Los jueces estamos obligados a dar respuestas con independencia, legitimidad y sensibilidad a las necesidades sociales, añadió el ministro.
Ante el clamor social de que “fue el Estado” el responsable de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el ministro Zaldívar dijo que “por solidaridad” los órganos estales deben hacer posibles las libertades y los derechos de los mexicanos.
“El Poder Judicial de la Federación no gravita en una órbita ajena al Estado; forma parte de él. Por ello, sobre la base firme de la independencia y de la división de poderes, quienes integramos los órganos del Estado debemos asumir solidariamente el objetivo común de asegurar a los mexicanos las condiciones para una vida en armonía en el respeto a sus libertades y derechos”, dijo el ministro.
En sesión solemne del máximo tribunal del país en la que 21 nuevos jueces de Distrito juraron el cargo, Zaldívar dijo que los nuevos juzgadores asumen “en el contexto de un panorama nacional aciago, en el que la zozobra y desesperanza parecen ganar terreno”.