- Con veladoras encendidas reclaman justicia para los alumnos victimados
- Escuelas públicas y privadas reviven la esperanza de rescatar con vida a los 43 jóvenes normalistas
FRANCISCA MEZA CARRANZA
La Jornada
“Hoy fue Ayotzinapa, mañana podemos ser nosotros…”, se leyó ayer en una pancarta sobre las veladoras encendidas que daban un poco de luz al oscuro Zócalo de Acapulco. En la marcha, los organizadores, pertenecientes al movimiento #YoSoy132 Acapulco puntualizaron que no habrá modo de tener justicia a menos que sean rescatados con vida los 43 normalistas desaparecidos desde la noche del viernes 26 de septiembre.
Esta vez la normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa logró reunir, a convocatoria del movimiento, a estudiantes de escuelas normales y universidades públicas y privadas, de la Universidad Autónoma de Guerrero, y sociedad civil en general que exigieron, aún con esperanza, que regresen con vida los 43 normalistas.
El contingente conformado por unas 500 personas marchó por la Costera desde La Diana hasta el Zócalo; “No están solos; su dolor es nuestro dolor; nuestra es también su digna rabia”, decía la manta que encabezaba el contingente.
Las consignas durante la caminata fueron de justicia, de apoyo a la normal de Ayotzinapa y contra el presidente Enrique Peña Nieto, similares a las ocupadas por el movimiento que encabezaba la marcha, en el pasado proceso electoral.
También contra el gobernador, Ángel Aguirre Rivero, e incluso el presidente de Acapulco, Luis Walton Aburto.
“Somos estudiantes, no narcotraficantes”, “Ni terroristas ni delincuentes, estudiantes inocentes”, “Nos quitaron tanto que nos quitaron hasta el miedo”, “Ser pobre, ser estudiante, ser joven no es delito, basta de masacres”, “Hasta cuándo, pueblo, vas a despertar ¿Qué no ves que están matando a tus jóvenes?”, se leyó en algunas de las decenas de pancartas que portaban.
A su paso la marcha causó expectación entre los transeúntes y personas que estaban en los negocios de la Costera, en su mayoría tomaron fotos con sus celulares o cámaras.
Para evitar entorpecer más el tránsito del puerto, los marchistas dejaron un carril libre.
Al llegar al Zócalo se colocaron veladoras en el suelo para pedir por los estudiantes y en señal de paz, también guardaron un minuto de silencio y posteriormente brindaron otro minuto de aplausos.
En el altavoz, un integrante del grupo organizador aseveró que les duele como humanos lo ocurrido en Iguala y que fue un atentado que ha herido el corazón de todos los jóvenes, por lo que decidieron tomar la palabra.
“Condenamos al igual a los actores directos como a los que dieron las órdenes, como a los que han solapado esta clase de actos vez con vez, muévanse en la esfera que se muevan”, expresó.
El dirigente del Frente de Organizaciones Democráticas del Estado de Guerrero (Fodeg), Bertoldo Martínez Cruz, recordó que desde el asesinato del regidor Justino Carbajal Salgado y posteriormente con el dirigente de la Unidad Popular, Arturo Hernández Cardona, su organización alertó sobre los vínculos que tenía el presidente municipal, José Luis Abarca Velázquez, pero nunca le hicieron caso.
De las facultades de Economía, Sociología y Derecho, de la UAG, un representante expresó que quieren un estado que ofrezca seguridad y oportunidades para los que viven en él, y que están contra que la colusión partidos-gobierno-delincuencia se apropie de las instituciones e impere la ley del más fuerte y más sanguinario.