Reuters
México, un importante exportador de petróleo a Estados Unidos, podría importar pronto hasta 200,000 barriles por día (bpd) de crudo ligero estadounidense mientras crece la producción energética de su vecino del norte, dijo el jueves el jefe global de análisis de materias primas de Citigroup.
Las refinerías de Petróleos Mexicanos (Pemex) podrían comenzar a procesar crudo ligero estadounidense en semanas si los funcionarios locales presionan para ello, de acuerdo con Edward Morse, principal analista de petróleo de Citigroup en entrevista con Reuters en Ciudad de México.
Funcionarios de Pemex evalúan las importaciones de Estados Unidos, algo que Morse calificó como «una cuestión política» en México, pero el analista agregó que no cree que restricciones actuales a exportaciones de crudo estadounidense aplicarían a México.
Estados Unidos ya exporta unos 250,000 bpd de crudo a Canadá, su socio junto con México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
México, que nacionalizó su industria petrolera en 1938 y es el décimo mayor productor mundial de crudo, ha presumido durante años de su independencia energética. Pero ha batallado con una producción de crudo decreciente en años recientes.
Morse dijo que si México fuera a solicitar crudo ligero, el tiempo que se requeriría para implementar un acuerdo sería de «semanas, no meses». Sin embargo, los países socios y vecinos todavía no han firmado un acuerdo.
Las seis refinerías de Pemex podrían aumentar la producción de productos refinados de mayor valor como gasolina y recortar otros menos valiosos si pudieran procesar más crudo ligero, dijo Morse.
México ha importado petróleo en contadas oportunidades. La última vez fue a finales de la década de 1990, pero Morse dijo que las compras podrían mejorar los márgenes en las refinerías de Pemex, que actualmente tienen una capacidad total para procesar crudo de 1.58 millones de bpd.
Al ser consultado sobre cuánto crudo podría importar México, Morse estimó que: «Probablemente no una cantidad enorme, probablemente no más de 200,000 barriles por día».
México está en proceso de delinear las leyes secundarias de una gran reforma energética aprobada en diciembre, que pone fin a un monopolio de 75 años de Pemex sobre la producción de crudo.
La reforma busca revertir la decreciente producción de crudo de México, atrayendo millones de dólares en nuevas inversiones.
Las leyes secundarias necesarias para fijar reglas clave serán discutidas en el Congreso en mes próximo.
Nuevos contratos para actividades de perforación, incluyendo licencias y contratos de producción compartida, deberán ser lo suficientemente atractivos para seducir a inversionistas, dijo Morse.
«Las compañías no querrán venir a menos que los términos fiscales y las condiciones sean más competitivos que los que existen en sitios como Estados Unidos o Brasil», comentó.