Redacción / Sinembargo
Ciudad de México, 1 de noviembre (SinEmbargo).– La Fundación Thomson Reuters informó que en la Ciudad de México, el 64 por ciento de las mujeres han sido “manoseadas” o experimentaron algún tipo de acoso en el transporte público por lo que, de las 16 capitales más grandes del mundo, entre ellas Nueva York, el transporte público de este país es el segundo más inseguro, sólo por debajo de Bogotá, Colombia.
De acuerdo con la encuesta de la Fundación realizada a 6 mil 550 mujeres, seis de cada diez son acosadas físicamente en los transportes públicos de las principales capitales de América Latina. En Bogotá la cifra total es del 57 por ciento y en Lima, Perú, del 58 por ciento. A estas tres ciudades le siguen Delhi, India y Jakarta, Indonesia. En contraste, Nueva York, EU, es la más segura.
En el caso de Bogotá, Colombia, reportada como la más insegura, las 380 mujeres entrevistadas coincidieron en sentir temor de viajar solas en el sistema de autobuses articulados que recorre la ciudad, sobre todo en la noche, y no confían en que las autoridades actúen a fondo frente a los abusos de los que son víctimas.
En la Ciudad de México, el 64 por ciento de las 380 encuestadas aseguró que habían sido “toqueteadas o experimentaron algún tipo de acoso en el transporte público”.
DATOS DE INMUJERES Y BANXICO
A pesar de que desde 2008 la ciudad cuenta con el programa “Viajemos Seguras” para prevenir, atender y sancionar la violencia sexual contra las mujeres, existe la red de camiones rosas donde los usuarios son sólo mujeres y el aumento al precio del boleto del STC Metro prometió mayor seguridad, de acuerdo con el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal (InmujeresDF) alrededor del 65 por ciento de las usuarias del sistema de transporte público han sido víctimas de alguna modalidad de violencia de género.
Una investigación del Banco de México (Banxico) complementa que “únicamente una quinta parte de los eventos son reportados a las autoridades, y los servicios de transporte informales en microbús (una flota de pequeñas unidades generalmente muy viejas) se consideran el espacio en donde las mujeres son más vulnerables”.
Banxico concluye que denunciar una agresión ante las autoridades casi nunca da resultados; quejarse es complicado ante la ausencia de solidaridad entre pasajeros; cuanto mejor es la infraestructura, más seguros se sienten los usuarios; y segregar por sexos no es la solución, sino solo un parche.