Marchan MILES en Acapulco; EXIGEN LA RENUNCIA DE PEÑA NIETO

  • Marchan durante casi 5 horas de forma pacífica por Costera y Cuauhtémoc
  • Exigen también la renuncia de Rogelio Ortega por considerarlo una imposición de la federación
  • Critican que el despliegue policíaco en Iguala y Cocula no dé resultados y sólo sea para la foto
  • La concentración fue convocada por la Cecop para exigir la liberación de presos políticos

HÉCTOR BRISEÑO
La Jornada

La columna de manifestantes en lucha por los normalistas de Ayotzinapa, a su llegada al palacio municipal de Acapulco. FOTO: JAVIER VERDÍN

Al contrario de la primera movilización de protesta por el caso Iguala en Acapulco, el pasado 17 de octubre cuando un frente frío propició cielo nublado y un chubasco refrescante, ahora la temperatura fue mayor, hasta llegar a 33 grados centígrados en su momento más álgido, y la exigencia también escaló, para pedir la salida del Peña Nieto.

Aproximadamente 4 mil personas, jóvenes y docentes de diversas regiones de Guerrero y el país, marcharon la mañana del viernes en este destino turístico para mostrar su solidaridad con consanguíneos de los 43 normalistas desaparecidos el pasado 26 de septiembre; desde La Base Naval, en la zona Dorada, hacia el palacio municipal, en la avenida Cuauhtémoc, desde las 10 de la mañana hasta las 3 de la tarde, cuando concluyó la movilización.

A 35 días de la desaparición de 43 normalistas de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, sus compañeros y familiares recriminaron el excesivo despliegue policiaco y militar en Iguala y Cocula, el cual no ha dado resultados, y que “sólo es para tomarse fotografías”.

En una de las pancartas se leía: “Si Aguirre cayó, ¿por qué Peña no?”; en otra se pedía elevar una oración por los 43 compañeros caídos.

“¿Por qué nos asesinan?, ¡si somos la riqueza de América Latina!”, fue la primera consigna lanzada al aire.

El recorrido de cantos ingeniosos de reclamo transcurrió en calma, no así para automovilistas confinados a tres carriles en un sentido de la avenida Miguel Alemán. Si acaso hubo cuatro pintas en aparadores de la franja turística, con una solicitud concreta: “Fuera Peña”, acompañadas por una efigie del «Ejecutivo federal», y la frase: “Peña Asesino”.

A este puerto arribaron decenas de jóvenes y padres de familia de la escuela Raúl Isidro Burgos, quienes desde temprana hora repartieron volantes a transeúntes y reporteros; participaron también el Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero, el Frente Único de Normales Públicas del Estado de Guerrero, la Federación de Campesinos Socialistas de México, la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (Crac-PC), la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg), la Organización Campesina de la Sierra del Sur (Ocss), campesinos de San Mateo Atenco, maestros y normalistas de Tixtla, El Pericón, Tecoanapa, Tlaxcala, Oaxaca y Veracruz, entre otros.

La marcha fue convocada por el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota (Cecop), para exigir la liberación de presos políticos de Guerrero, entre ellos, su vocero Marco Suástegui Muñoz, preso desde junio pasado en el penal federal de Tepic, Nayarit; además de mostrar su solidaridad con estudiantes de Ayotzinapa, con quienes el Cecop mantiene una relación de solidaridad desde la formación del consejo opositor al proyecto hidroeléctrico impulsado por la Comisión Federal de Electricidad desde hace 11 años en el río Papagayo, en la zona rural del municipio.

Como si los reclamos no ocurrieran en territorio nacional, una vez más, fue retirada por militares la bandera monumental frente al parque Papagayo en horas previas a la movilización.

Al llegar al palacio municipal, alrededor de las 13 horas, los oradores pasaron lista de los 43 desaparecidos; seguido de cada nombre, los asistentes gritaban: “¡vive¡”, distribuidos en ambos sentidos de la vialidad.

Marcha vigilada

Al principio de la marcha, guardias privados de seguridad de la empresa Jobamex, creada durante la administración del ex gobernador Zeferino Torreblanca y beneficiada con numerosos contratos durante la gestión de Ángel Aguirre, tomaron fotos de reporteros y manifestantes, hasta que fueron descubiertos por comunicadores y se dieron a la fuga a la altura de La Condesa.

Trabajadores de tabernas y restaurantes ataviados con motivos del Día de Muertos, con el anhelo de atraer turistas, miraron con asombro el paso de los manifestantes. Sólo en un caso regalaron agua. En contraste, en una manta de la manifestación se leía: “En México siempre es día de muertos”.

Durante la caminata, estudiantes de Ayotzinapa recordaron que dos compañeros fueron asesinados por el gobierno durante la movilización del 12 de diciembre de 2011, en el Parador del Marqués, en la autopista del Sol, antes de llegar a Chilpancingo; además de que el 26 de septiembre murieron tres normalistas, un adolescente, un hombre y una mujer, para quienes exigieron justicia.

¡Fuera Ortega!

Profesores de la Ceteg exigieron además la salida del gobernador, Rogelio Ortega Martínez, por considerar que su nombramiento es una imposición del gobierno federal.

El magisterio disidente acusó a Ortega Martínez de reprimirlos durante el derribo de la puerta tres de Casa Guerrero, en Chilpancingo, el miércoles pasado donde también prendieron fuego a un vehículo oficial.

Ya en el mitin del palacio municipal, a nombre de los padres de los normalistas desaparecidos, Felipe de la Cruz Sandoval recalcó que los gobiernos estatal y federal son culpables de los hechos de Iguala por omisión.

Señaló que “no confiamos en la fuerza del Estado, pues a más de 30 días la respuesta es la misma, que no hay nada. Ellos saben en dónde están. Los emplazamos a que lo más pronto posible tengamos otra reunión pero ya con noticias”, y recalcó: “los padres no nos cansamos, estamos llenos de ira como todo México, estamos decepcionados de la reunión con Peña Nieto”.

Sentenció que “no están muertos compañeros, nuestro compañeros están vivos, nos los dice el sentimiento”.

Uno de los familiares manifestó que “no tenemos miedo, sentimos odio y coraje”.

A nombre de la Ocss, Norma Mesino Mesino lamentó que “primero fue Rubén Figueroa Alcocer y ahora Ángel Aguirre Rivero. Hemos sentido impotencia de que los casos se quedan en la impunidad”.

Subrayó “exigimos que si no presentan a los normalistas que se vaya el gobierno de la República. Exigimos justicia para Rocio Mesino, asesinada el 19 de octubre de 2013”.

En representación de la Crac-PC, Cleotilde Salgado, hermana de Nestora, presa en Nayarit, expresó que “Ángel Aguirre y Peña Nieto son los que deberían estar en la cárcel de máxima seguridad y todo su gabinete corrupto”.

Fuente

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