Emir Olivares y Arturo Sánchez
La Jornada
El ex director general del Instituto Politécnico Nacional, Miguel Ángel Correa Jasso, consideró que el movimiento de los estudiantes de la institución que se oponen al nuevo reglamento interno y a la modificación de los planes de estudios, es espontáneo y tiene banderas académicas.
En entrevista con La Jornada, Correa Jasso (director del IPN de 2000 a 2003, periodo en el que encabezó un proyecto para alcanzar la autonomía de esta casa de estudios, lo que no se logró concretar) consideró que el principal objetivo en el corto plazo para la institución será obtener la autonomía. “En eso se le va la vida al Politécnico”.
“Con la autonomía tendríamos el blindaje necesario para diseñar nuestros planes de estudio y nombrar a nuestras autoridades sin interferencias externas (específicamente de la SEP)”.
Correa Jasso, quien también fue Secretario General de la institución y director de la Escuela Superior de Economía, planteó que si bien las actuales banderas de la lucha de los jóvenes estudiantes son relevantes, consideró que la principal lucha debe enfocarse en la búsqueda de la autonomía, con la cual se le “quitaría mucho poder” a la SEP.
Desde su punto de vista la movilización juvenil politécnica “es pura y limpia”, debido a que los estudiantes dan la cara ante la sociedad y no se notan dirigencias específicas. Además aseguró que las protestas indican que los jóvenes tienen conciencia de lo que ocurre al interior de la institución y de las implicaciones que ciertos cambios podrían traer.
Al hacer un análisis “en horizontal” entre el anterior (1998) y el nuevo reglamento (aprobado a finales de septiembre y que entraría en vigor al ser publicado en la Gaceta Politécnica), el ex director del Politécnico apuntó que si bien muchos artículos prácticamente son idénticos a los vigentes, a otros casi los mutilaron, lo que ha generado suspicacias entre la comunidad politécnica.
Cuando los nuevos lineamientos se refieren a las becas –dijo-, el término apenas si aparece, a diferencia de lo que sucedía con el reglamento de 1998. “Eso ya genera ruido”.
Otro punto que destacó es que el reglamento impulsado por la actual directora general del IPN, Yoloxóchitl Bustamante Díez, desaparece en su contenido a las Academias (cuerpos colegiados que se encargan entre otras cosas de las modificaciones y aprobación de planes y programas de estudios), lo que para Correa Jasso también es motivo de desconfianza.
“Lo que hicieron fue mutilar el reglamento anterior. Se trata de un tema importante para el que no bastaba discutirlo en el seno de los Consejos Consultivos, sino que debió ponerse a consideración de toda la comunidad”.
Sin embargo, consideró que estas modificaciones probablemente no fueron de mala fe, sino que fue un mal cálculo de las autoridades politécnicas, porque cuando se realizaron las modificaciones al Reglamento Interno en 1998 (proceso que a Correa Jasso tocó conducir como Secretario General de la institución), no hubo ninguna protesta.
