Aarón Estrada Espinoza
La Jornada
27 de agosto de 2014.- Una nueva mortandad de peces se registró ayer en la laguna de Cajititlán. Alrededor de tres toneladas la especie mojarra de lama cubrieron la superficie de este cuerpo de agua; es el tercer suceso de esta naturaleza que se registra en el embalse en menos de tres meses.
Alrededor de las siete de la mañana de ayer, pobladores de las comunidades de San Juan y San Lucas Evangelista informaron de la aparición de miles de mojarras de lama, también conocidas como popochas, que flotaban sin vida en la laguna. Pero al paso de las horas y por el arrastre de las corriente de aire, todos los peces muertos se acumularon en el malecón de Cajititlán.
Hacia el mediodía, pescadores iniciaron con las labores de extracción de estos peces, apoyados con herramientas que ellos mismos fabricaron, como fueron fruteros de plástico amarrados con palos de madera, para extraer a los peces de la laguna. Al paso de las horas se sumaron a estas tareas 42 elementos de las dependencias de Servicios Públicos, Maquinaria Municipal y Ecología del Gobierno de Tlajomulco de Zúñiga.
La muerte de peces en la laguna se consideraba “común” en la temporada de lluvias, debido al azolve y arrastre de agua hacia el embalse, sin embargo, ya no resulta tan natural el hecho que se registre con tanta frecuencia en este año, señaló Martín Morales, líder de la Unión de Pescadores de Cajititlán.
«Esta especie siempre ha estado aquí por años, nosotros sabemos que no sirve como producto, no se comercializa, siempre en las lluvias se muere, pero ahora de tres años a la fecha ha sido mayor la aparición de popochas muertas”, explicó. «Debe preocuparnos, antes de que suceda algo mayor”
Las tres toneladas de peces que fueron extraídas de la laguna, fueron enviados a una fosa que el gobierno de Tlajomulco abrió en el predio conocido como El Gato, ubicado en la delegación de Cajititlán. Para su traslado se utilizaron tres viajes de camiones de volteo, labores que continuaron durante toda la tarde de ayer, informó Carlos Bernal Mora, director de Ecología y Medio Ambiente del municipio.
Recalcó que se trata de una situación cíclica natural que se genera por la falta de oxigenación en la capa superficial del cuerpo de agua, efecto que se desarrolla por el arrastre de azolve que dejan las corrientes pluviales en la ribera del embalse.
El funcionario destacó que la afluente de la corriente contribuyó a la extracción de estos peces de la laguna, así como la organización propia que pescadores y pobladores tiene para actuar ante una contingencia como esta.
En lo que va del año se han extraído de la laguna cerca de 10 toneladas de popochas muertas. El primero de estos sucesos se registró en junio pasado, donde se contabilizaron seis toneladas de peces muertos. El segundo caso ocurrió el último fin de semana de julio en el lado del malecón de Cuexcomatitlán, donde se extrajeron cerca de una tonelada y media. Ahora, de nueva cuenta fue en el malecón de Cajititlán donde se concentraron las tres toneladas de peces muertos.