Roberto González Amador
La Jornada
México, DF. El principal grupo financiero del país pidió este martes “no exagerar” el impacto de la reforma fiscal, que entró en vigor este año y ha sido criticada por los organismos cúpula del sector privado. Aseguró que los cambios tributarios son el «peaje a pagar» por la apertura del sector energético al capital privado, también promovidos por el actual «gobierno» y aprobados en el congreso el año pasado.
“Si bien la reforma fiscal no es la que esperábamos, es un peaje que tenemos que pagar a cambio de una reforma energética con los alcances logrados por la aprobada el año pasado. Y es un peaje, por demás, barato”, afirmó Luis Robles Miaja, presidente del consejo de administración de BBVA Bancomer, principal grupo financiero en México.
La «reforma» energética, también aprobada el año pasado y que abrió la puerta al capital privado después de siete décadas de control estatal, “nos permitirá incrementar” el producto interno bruto en 1.5 puntos porcentuales, adicionales al crecimiento potencial y de manera constante en el tiempo, dijo Robles Miaja, en un encuentro que reunió a los consejeros nacionales de la institución y a la que asiste Francisco González Rodríguez, presidente global del Grupo BBVA.
En enero entró en vigor una reforma fiscal que elevó las tasas máximas del impuesto a la renta de empresas y familias, además de imponer gravámenes a productos como los alimentos endulzados. El Consejo Coordinador Empresarial, la Confederación Patronal de la República Mexicana y la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación insistieron en los últimos días en que los cambios fiscales –que piden revisar– son uno de los causantes de la desaceleración de la economía.
Robles Miaja sostuvo que en México los indicadores fundamentales de la economía siguen sólidos, a la vez que los hechos han superado la expectativa de reforma económica surgida con el inicio de Peña Nieto, que arrancó en diciembre de 2012.
“Pese a lo anterior, en meses anteriores se ha generado un pesimismo por la implementación de las reformas y un escaso crecimiento que no ha coincidido con los pronósticos, y diversos analistas han iniciado un debate estéril y que desinforma sobre el futuro económico del país”, sostuvo Robles Miaja.
A su juicio, la caída en el crecimiento de la economía mexicana ha sido resultado de factores “coyunturales”, entre los que citó: el retraso en el ejercicio del gasto público en el primer año de gobierno, la crisis de un modelo de vivienda agotado –que llevó al sector a una recesión el año pasado–, la desaceleración de Estados Unidos y condiciones climatológicas extremas que afectaron la industria en ese país.
“Hoy tenemos indicadores adelantados del crecimiento del segundo trimestre, que indican que la economía recobra dinamismo”, dijo.
En 2013 la economía creció 1.1 por ciento, menos de una tercera parte del 3.9 por ciento previsto inicialmente por la Secretaría de Hacienda. El viernes pasado, esa dependencia redujo en una tercera parte, de 3.9 a 2.7 por ciento, su previsión de crecimiento para este año.
A la reunión de consejeros nacionales de BBVA Bancomer asisten más tarde Peña Nieto y Luis Videgaray.
