PAN Y CIRCO en pleno siglo XXI: consumismo irracional («Black Friday», «Buen Fin», etc.) y la putrefacción de Hollywood

Pan y circo; consumismo y Hollywood

 

«A Sejano lo arrastran con un garfio para que lo vea todo el mundo, todos se alegran. «¡Qué hocicos, qué cara tenía! Si quieres creerme, nunca me gustó este individuo. Pero, ¿bajo qué acusación ha caído? ¿Quién ha sido el delator?». Pero ¿qué hace la chusma de Remo? Le sigue la corriente a la Fortuna, como siempre, y odia a los condenados. Hace ya tiempo, desde que no le vendemos los votos a nadie, el pueblo se ha deshecho de preocupaciones; pues el que en otro tiempo otorgaba el mando, las fasces, las legiones, todo, ahora se aguanta y solo desea con ansia dos cosas: pan y juegos de circo».

-Juvenal, Sátiras.

La frase «pan y circo» refiere a la táctica usada por el Imperio Romano para mantener el control de la plebe (las clases bajas en Roma), utilizando la distracción y la satisfacción de sus impulsos como medida para reducir el interés e involucramiento en la política y generando así unas clases bajas sedadas, ignorantes y serviles a los lineamientos del imperio, lo que iba acompañado de la desinformación que les alimentaba el mismo.

La apatía, por supuesto, estaba limitada por el fanatismo hacia la idea supremacista del Imperio Romano. El Imperio Romano era «lo mejor», era «el centro del mundo», sus «valores» y «virtudes» estaban «por encima de cualquiera», lo cual hacía «legítima» y celebrada cualquier batalla ganada, cualquier invasión y ocupación.

Con la capacidad de obtener debido a su hegemónica condición, el trigo era distribuido por el imperio a bajos costos o de forma gratuita a las clases bajas romanas. Asimismo el imperio proveía variedad de espectáculos para entretener consistentemente.

Los entretenedores, específicamente los administradores del entretenimiento y grandes amos, gozaban del poder que les concedía su jerarquía, la protección del imperio y los excesivos lujos acompañados de esta. Se podían codear, pues, con las élites imperiales.

La misma táctica imperialista de control sobre las clases bajas ha sido adoptada y, gracias a los grandes avances tecnológicos, modernizada y potenciada por las élites actuales. EUA ha sido el mayor modernizador y productor de tal táctica, la cual ha sido copiada y reproducida a menor escala por demás países (como México, donde Televisa manipuló para ayudar a Enrique Peña Nieto a usurpar la presidencia).

Ahora «pan y circo» ha pasado a consumismo y Hollywood.

Fue en el mismo EUA donde se ideó una cultura consumista en la población para poder mantener una «saludable» demanda y así asegurar mayor libertad para el crecimiento de producción sin que este se vea frenado por un bajo consumo, preservando precios accesibles o créditos accesibles para el consumo. El consumismo no sólo sirvió como uno de los principales motores para propulsar la economía del país imperialista sino que también enajenó a las masas en un vicioso círculo fetichista.

El vicio fetichista del consumismo llega a niveles de ansiedad, estrés y depresión en las masas que basan su valor humano en las mercancías que poseen. Desean tener el nuevo iPhone, vestirse con ropa a la moda, manejar un carro del año. En el Black Friday (o Buen Fin) se generan estampidas salvajes en entradas de tiendas donde llegan hasta la violencia física por poseer un artículo a menor precio.

Hollywood ha sido el medio encargado de aglutinar tanto la cultura consumista, la desinformación y promoción del imperialismo estadounidense en su entretenimiento. Su efectividad ha llegado a escala mundial.

Por supuesto por «Hollywood» uno hace referencia también a todos los medios masivos de información correspondientes.

Ya sea por medio de sus parodias involuntarias llamadas «noticieros» donde, en su medida de desinformación, presentan falta de claridad y causas en el «análisis» político de un mundo inexistente y ocultan sucesos de gran importancia o por medio de sus películas y series de televisión que pintan una doble ficción (la ficción en sí y la ficción oculta del supuesto contexto real) donde EUA salva al planeta de alienígenas, naciones malvadas o villanos, llevando sus «valores» y «virtudes» como si llevasen el estandarte con el águila romana (o debería decir el águila estadounidense).

Su farándula es admirada como símbolos paganos de glamur, sexualidad y perfección por el mismo Hollywood. La masa enajenada se vuelca para contemplar a las celebridades, cómo se codean con las élites políticas y empresariales, sus bellezas, dónde viven, qué vistieron, qué dijeron, dónde se pasearon, con quién mantienen relaciones, qué situaciones vergonzosas pasaron… Hay infinito en la banalidad de ello. La masa enajenada llega hasta considerar a algunos como «intelectuales».

Hollywood es un ámbito mafioso de poder concentrado. La cultura hedonista está directamente ligada a tal medio. Sus tan afamados «valores» son mero maquillaje. Es la frenética búsqueda de la fama y poder que genera una tendencia a la pérdida de integridad. Y como hemos visto también en política, las élites necesitan de parásitos farsantes para llevar a cabo tales lineamientos antisociales.

Entonces no debería sorprender las recientes noticias de depredadores sexuales o los círculos de pedofilia dentro de Hollywood, los cuales son y han sido tratados de ocultar con favor agregado de la impunidad que gozan.

El asqueroso productor hollywoodense, Harvey Weinstein, llegó incluso a usar a ex agentes de la agencia de inteligencia del Estado colonial de Israel, Mossad, para intimidar a sus víctimas. Como otro ejemplo, el documental An Open Secret, que habla sobre el abuso infantil de un grupo de pedófilos en Hollywood, donde se menciona incluso al director Bryan Singer, no recibió ni una oferta de firmas para distribuir el documental y, por decisión de los creadores, fue sacado de manera gratuita en la página de Vimeo.

Los casos que logran salir a la luz son expuestos de manera desarticulada y rara vez sugieren que son, en verdad, comunes denominadores de un sistema abusador y obsceno.

Las redes sociales han servido como contrapeso para evidenciar tal tremenda hipocresía. Pero Hollywood se mantiene aún como un efectivo coloso manipulador donde varias de sus figuras continúan siendo héroes para las masas enajenadas.

Existen excepciones. Sin embargo, en contexto, Hollywood es una cloaca tapada con flores.

Los pueblos necesitan despertar de ese espejismo y retomar su interés por el entorno social y su involucramiento para el bienestar de la especie y la naturaleza.

Comandante Haza. México, 14 de noviembre 2017.
(@Poesia_y_Versos)

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