Celia Díaz García
La Jornada
Córdoba, Ver.- México se estrena en democracia, así lo refleja la serie de manifestaciones que en los últimos días han surgido por parte de la sociedad que reclama justicia por el caso Atoyozinapa.
Jorge Montero Díaz, presbítero de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, consideró que estas expresiones sociales son el reflejo del hartazgo social que pide un ya basta a las injusticias.
Este caso ha despertado las conciencias de la sociedad, es como si el país despertara a la democracia y dejara de ser un pueblo “borrego” que sigue a los demás, ahora toma conciencia de la situación y exige justicia, declaró el sacerdote.
La Iglesia católica está de acuerdo con este despertar de conciencias, pero no en las expresiones “desbordadas” que se salen de control y que incluso podrían caer en vandalismo.
El sacerdote hizo un llamado a que no se confundan estas situaciones, pues no es lo mismo clamar justicia con manifestaciones, que hacerlo con mediante agresiones, como se ha visto en los medios nacionales.
Reconoció que el país atraviesa por una situación difícil, en varios estados la violencia ha rebasado los límites de la ciudadanía, ahora se habla de Guerrero pero existen otros estados en las mismas o similares condiciones como Tamaulipas.
De ahí que las manifestaciones son aceptables pero que no se confundan con el vandalismo, pidió el sacerdote a los jóvenes.
Y es que, dijo, en muchos casos habrá gente externa a que se trate de aprovechar de la situación, tal es el caso de la UNAM, donde al parecer uno de los responsables ni siquiera es estudiante, sino un infiltrado que podría tener intereses ajenos, ahí es donde hizo el puntual llamado a los jóvenes a no confundirse.