Roxana Aguirre
La Jornada
Veracruz, Ver.- Las varillas se han convertido en instrumentos, los maderos que forman andamios en fortalezas o castillos inmutables y las cintas de acordonamiento en serpentinas, así ven la obra negra de la escuela José María Morelos y Pavón sus pequeños alumnos.
Foto: Roxana Aguirre
Desde el 2012 la directora del plantel, María Iliana Rodríguez, buscó a través de varias instancias lograr que se realizaran las obras necesarias en el sitio. Las columnas que sostienen los muros y techos del colegio se encontraban en pésimas condiciones.
“Estamos detectando de hace dos años prácticamente la fracturación de pilares que sostienen las dos plantas, la escuela consta de 14 grupos y cuenta con auditorio y biblioteca, la dirección y aula de medio y la fracturación se ha visto más afectada con los movimientos telúricos”, explicó la directora.
Ahora los alumnos toman clases en medio de la obra que realizan sólo un par de albañiles, pues los recursos que Espacios Educativos (EE) de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) destinó sólo alcanzan para eso y los maestros deben adecuarse a las horas de trabajo que los obreros ya tienen pactadas.
La gestión de la ex alcaldesa de Veracruz, Carolina Gudiño Corro, dejó a medias el trámite de apoyo para esta escuela, la directora apenas está logrando retomarlo con la administración de Ramón Poo Gil.
“A partir de julio con poco personal Espacios Educativos nos ha focalizado, brindado el apoyo y se está haciendo parte de la rehabilitación”, dijo.
El viejo edificio, cuya primera placa fue colocada en 1944 –año en el que ya era un inmueble antiguo–, se cae a pedazos, las varillas consumidas por los años ya no soportan más el peso de los muros, por lo que varios trozos han caído dejándolas al descubierto y poniendo en peligro a los pequeños que ahí estudian.
La directora reconoció que es complicado mantener a los niños en control, todos los profesores hacen un esfuerzo para lograrlo, pues en los recreos los pequeños ven todos los maderos, andamios y escombros como potenciales juegos.
El presupuesto que EE destinó es de un millón de pesos, sin embargo la directora del plantel considera que seguramente lo sobrepasarán por las condiciones tan complejas que tiene el inmueble.
Para ello ya han pedido el apoyo de la Administración Portuaria Integral (Apiver) que les negó el dinero por falta de recursos.