El maestro de Biología I “me pedía besos”, dice alumna.
CITLAL GILES SÁNCHEZ
La Jornada
Chilpancingo, 17 de julio. Alumnas y alumnos de la escuela preparatoria 26 Albert Einstein, de Chilapa, denunciaron acoso sexual, agresiones físicas, hostigamiento y amenazas, de los maestros Vicente Barragán y Hugo Carta Carmona, por lo que desde el pasado 4 de julio, respaldados por algunos padres de familia, mantienen tomadas las instalaciones del plantel.
En conferencia de prensa, la alumna Karen Moctezuma Andraca denunció que en la preparatoria hay muchos problemas, como violencia física, verbal y sicológica, además de robo y acoso sexual.
Denunció que el maestro Vicente Barragán Márquez, que imparte la clase de Biología I, la acosa sexualmente: “el maestro me pedía besos, y no soy la única; hay varias compañeras que son víctimas de acoso por parte del maestro y hay también varios testigos que pueden confirmar lo que estoy diciendo”.
Dijo que Barragán Márquez, además de acosar a las alumnas, extorsiona a los estudiantes, pues pide botellas de bebidas embriagantes para acreditar la materia, y si no se las dan, reprueba a los alumnos.
También denunciaron a Hugo Cartas Carmona, quien imparte la materia de Sicología, y ha estado hostigando y amenazando a los alumnos que el pasado 4 de julio instalaron un plantón en la preparatoria para exigir el cese de estos maestros.
“Desde el 4 de julio nos plantamos en las instalaciones para exigir la destitución de estos maestros y así dar solución a nuestras demandas, pero ni el rector Javier Saldaña, ni el director del plantel, Ángel Benigno Capistrán García, se han ido a parar a hacerse responsables de los problemas que hay en la preparatoria; hemos acudido a varias instancias de la universidad, y no nos han hecho caso, ni nos dan soluciones; tal parece que nuestro problema no les interesa, y nos preocupa porque somos los afectados”, señalaron.
Los alumnos dijeron que acudieron al departamento jurídico de la UAG a denunciar esta situación; sin embargo, el responsable (del cual no supieron el nombre) los ignoró y les aseguró que esas acciones no eran abusos, ni un delito a perseguir, y que regresaran a sus aulas, “¿qué esperaba, que nos violara el maestro para poder ser delito? El pedir besos a las alumnas ¿entonces qué es?”, denunció Moctezuma Andraca.
Getzarel Pabido Silva, otra alumna de la preparatoria 26, denunció que el maestro se negó a darles calificaciones parciales, a pesar de que el reglamento escolar dispone que se deben de dar a conocer, pero “sólo nos decía que no nos iba a dar las calificaciones ‘porque tú no estás chido, no eres guapa, estás fea y todos están reprobados’, y nosotros no entendemos por qué es así”.
Agregaron que la maestra y esposa de Barragán Márquez, Asunción Romel Reyes, cuando sustituyó a su esposo en la aplicación de un examen, los amenazó y les aseguró que cuando llegaran a tercer año los iba a reprobar, porque los estudiantes denunciaron que cobró el examen a 5 pesos en vez del precio establecido, que es de 3 pesos; “de hecho, nos reprobó a todos los del salón y nos dijo que el extraordinario lo íbamos a pagar hasta en 20 pesos”.
En total son 190 estudiantes que enfrentan esta situación en la preparatoria 26 de Chilapa, pero que por razones económicas y de inseguridad no pudieron trasladarse a la capital para denunciar estas irregularidades, pero que están en el plantón en la preparatoria.
Efraín Rivera, estudiante también, acudió en representación de los alumnos que han sufrido violencia física de Barragán Márquez, quien por el sólo hecho de no caerle bien el alumno lo zapea constantemente.
“Nos dice: ‘oye, tú no me caes bien, te ves desmadroso’, y nos golpea fuerte la cabeza; hubo ocasiones en que a varios alumnos los hizo llorar; los intimidaba y los amenazaba con reprobarlos si le decían a sus padres”, relató.
También denunció que si un alumno llegaba unos minutos tarde a la clase, los sacaba del salón a empujones y golpes.
Por ello, los alumnos exigieron a las autoridades de la UAG poner atención a su problema y sancionar a estos maestros que “no tiene ética, ni moral para estar en un aula de clases”.
