Redacción Quadratín
MORELIA, Mich., 3 de septiembre de 2014.- El PRD en 1997 quitó la mayoría al PRI en el Congreso de la Unión, convirtiéndose en la segunda fuerza parlamentaria, logrando con ello contener las contrarreformas que desde hace 30 años han impulsado los gobiernos neoliberales, en contra del patrimonio nacional y los derechos sociales de los mexicanos.
Desde entonces y hasta ahora el pueblo de México no le ha vuelto a otorgar en las urnas una mayoría legislativa al PRI; sin embargo, en una contradicción histórica, una parte de la dirigencia nacional del PRD, junto con un grupo de legisladores federales de nuestro partido, a través del Pacto por México, le obsequiaron al PRI la mayoría legislativa que los mexicanos no le otorgaron en las urnas; esta circunstancia, permitió que en dos años se concretarán las más lesivas contrarreformas para nuestro país, afirmó Fidel Calderón Torreblanca, coordinador del Grupo Parlamentario del PRD en el Congreso del Estado.
De acuerdo a un comunicado de prensa, por todo lo anterior es urgente que el PRD retome los principios que le dieron origen, ratifique su vocación de gobierno y su convicción de que su proyecto de nación es el mejor para el país, lo cual sucederá si Cuauhtémoc Cárdenas preside este instituto político durante los próximos tres años.
No compartimos la expresión del diputado Silvano Aureoles Conejo, presidente de la Cámara de Diputados Federal, en el sentido de que Cuauhtémoc Cárdenas no debe presidir el PRD, por lo que hago un llamado a las y los militantes para que voten por las planillas del “Frente Amplio Progresista, Valores Cardenistas”, para respaldar a quien nos convocó a fundar este gran partido para transformar al país.
Votar este 7 de septiembre por el FAP es la oportunidad para recuperar al PRD de principios y propuestas, afirmó.
Es lamentable que Peña presuma en su informe de gobierno la docilidad de algunos legisladores federales del PRD, que le han permitido reeditar el presidencialismo y aprobar una serie de reformas contrarias al interés superior de la nación, que no han propiciado el crecimiento económico prometido tal y como lo reconocen la Secretaria de Hacienda, el Banco de México y el Fondo Monetario Internacional.