Martín Hernández Alcántara
La Jornada
La mayoría de los regidores que integran el cabildo de Santa Clara Ocoyucan acusaron al edil priista, Francisco Hermenegildo Simarrón Ocoxtle, de emprender represalias en su contra, debido a que lograron la destitución del director de Obras Públicas, Moisés Cervantes, quien es su compadre y realizaba proyectos anómalos y con presupuestos desorbitados.
Iván Garista Gordiano, Socorro Montes Mones, Susana Marín Méndez, Edith Romano Becerril, Javier Cóyotl Reyes, quienes respectivamente ocupan las carteras de Obras Públicas, Educación, Salud, Hacienda Industria y Comercio, ofrecieron una rueda de prensa ayer en la capital estatal.
Se trata de cinco de los siete regidores del cabildo de Ocoyucan.
A nombre de ellos hizo declaraciones Omar Ordóñez, quien se identificó como “representante ciudadano” y relató que los representantes populares encontraron malos manejos de parte de Moisés Cervantes, porque había realizado obras sin presentar proyecto, elevando de manera irracional sus costos o, bien entregó los trabajos con una pésima calidad.
Relató que los regidores le solicitaron al entonces Director de Obras Públicas que presentará los proyectos, pero como se negó, lo destituyeron en una sesión de cabildo el pasado 10 de julio. No obstante la validez de la defenestración, el munícipe se negó a acatarla, por lo que tuvo que intervenir la Secretaría General de Gobierno para obligarlo a cumplir y, además, para ordenarle que clausurara con sellos las oficinas de la dependencia comunal.
Socorro Montes, Susana Marín Méndez, Iván Garista Gordiano, Edith Romano Becerril y Javier Cóyotl Reyes, también exigieron un par de semanas atrás, que se practicara una auditoría a la gestión del compadre del alcalde y que no se abrieran las instalaciones de la dependencia que encabezó, hasta en tanto no se conociera el resultado de dicha auscultación.
Pero en lugar de ejecutar lo que se le ordenó, el presidente municipal empezó una campaña de represalias políticas a través de despidos injustificados contra personal del ayuntamiento cercano a los regidores que sancionaron a su compadre.
Por ejemplo, abundaron los quejosos, echó a la calle al director de Desarrollo Urbano y Rural, Daniel Romero Becerril; a la subdirectora de Obras, Raquel Cabrera, así como a dos secretarias y un intendente.
El caso más extremo, afirmaron, sucedió el 5 de septiembre, cuando el contralor municipal, Gerardo Zayas, afín al alcalde, golpeó a su secretaria, Beatriz Palacios, durante una discusión, sin que haya recibido sanción.